A lo largo de todo el mundo podemos encontrar miles de pueblos que poseen un encanto especial debido a una historia única o alguna característica cautivadora. Geithoorn es un claro ejemplo de ello. Este carismático pueblo de Holanda tiene una cualidad especial que hace que destaque por encima de muchos otros, y es que, aunque parezca mentira, ¡no tiene ninguna calle! o al menos, no tal y como las conocemos nosotros.
Este pueblo tan encantador se encuentra en la provincia de Overijssel, también conocida como la "Venecia holandesa". Los privilegiados residentes de Giethoorn utilizan canoas para poder desplazarse a través de la ciudad. ¿No te lo crees?
Conoce más acerca la pintoresca ciudad de Giethoorn.
¡No se salva nadie! Incluso el cartero se ve obligado a entregar el correo en barca ya que cada casa está construida en su propia "isla privada".
Cada casa tiene magníficas vistas a los canales. Los árboles y la vegetación se encargan de delimitar el curso de las "calles" creando un ambiente y un paisaje de ensueño.
Tanto residentes como turistas se mueven a través de la ciudad utilizando, bicicletas, canoas, kayaks o barcas con motores silenciosos para mantener un ambiente tranquilo y relajado.
Los turistas que deciden visitar la ciudad pueden realizar excursiones en barco alrededor de la ciudad o alquilar un barco con el que explorar por su cuenta todos los rincones de este singular pueblo.
Podrás encontrar multitud de restaurantes y cafeterías accesibles desde el agua en los que disfrutar de una estupenda comida.
Otra alternativa puede ser disfrutar de las preciosas vistas que ofrece el entorno mientras disfrutas de tu merienda tumbado a orillas de los canales.
A lo largo del año se realizan numerosas actividades culturales y eventos haciendo que el pueblo esté siempre lleno de vida.
Gracias a este curioso método de transporte, nunca más habrá problemas de aparcamiento.
Los visitantes pueden alojarse en una casa de alquiler, en un hotel o en zonas de acampada.
Si lo deseas, podrás alojarte en el popular hotel De Lindenhof, el cual cuenta con las increíbles habilidades culinarias del chef Martin Kruithof, poseedor de dos estrellas Michelin.
Muchos de los platos que cocina el prestigioso chef incorporan flores frescas, hierbas y verduras cultivadas de forma natural en el propio hotel.
En invierno, Giethoorn se llena de nieve. Los canales de agua se congelan y la gente patina sobre el hielo por toda la ciudad.
Durante las estaciones más cálidas, el pueblo adquiere un aspecto muy colorido gracias a la vegetación que inunda cada rincón, añadiendo si cabe un toque más encantador a la escena.
Sin embargo, durante los meses de invierno el pueblo adquiere ese aspecto de cuento de fantasía que hará que te sea muy difícil elegir la época en la que hacer una visita.
¡Comparte las imágenes de este pintoresco pueblo con todos tus amigos!
Fuente: Wimp| Roadtrippers | Giethoorn