Aunque las tareas del hogar no son plato de buen gusto para nadie, solo una mente fuera de lo común podría hacer realidad lo que todos hemos soñado alguna vez: tener una casa que se limpie sola.
Algunos la tacharon de loca y otros simplemente no podían creer que Frances Gabe consiguiera crear un sistema de autolavado para su hogar. Pero así fue.
Frances Gabe hizo real la fantasía de muchos con la casa que se limpia sola:
Una mancha de mermelada de higo en su pared fue el desencadenante de este magnífico invento. Gabe era una ama de casa de Oregón cansada del gran esfuerzo que suponía realizar las tareas domésticas y cuidar de sus hijos.
Fue una simple mancha en su pared lo que la hizo terminar de convencerse para buscar una solución a su problema.
Y así lo hizo. En 1984 reunió todo lo necesario para conseguir la patente y diez años más tarde y 15.000 dólares menos en su bolsillo, hizo realidad el sueño de todos nosotros. Básicamente esta ingeniosa mujer convirtió su casa en un lavavajillas gigante.
Su casa no solo limpiaba las paredes y el suelo sino que también enjuagaba la ropa dentro del armario, los platos y hasta la caseta del perro.
El protocolo era sencillo, Gabe se cubría con un impermeable y un paraguas y con tan solo un botón conseguía, a través de 68 inventos que ella misma había patentado tener su casa limpia al instante.
Para llevar a cabo la limpieza del hogar esta inquieta estadounidense cubrió la mayoría de las superficies de su hogar con plástico y redujo los elementos innecesarios y que dificultaran el proceso de lavado: cortinas, alfombras, etc.
Este invento fue una revolución y Frances pasó de ser una persona anónima a convertirse en un fenómeno de masas llegando incluso a exponer su invento en algunos museos.
Además de su profundo recelo a las tareas del hogar, Frances enfocó su idea a hacer más práctica la vida de las amas de casa y las personas discapacitadas. Para ella cualquier elemento que no fuera práctico y supusiera una pérdida de tiempo era prescindible.
Lamentablemente el inventó de Frances se desvaneció en 2001 debido a un terremoto, quedando útiles solamente los rociadores de la cocina en funcionamiento.
Digamos que la de Gabe es una historia a medias. Como todos los grandes genios no todo el mundo entendió y valoró su obra. Sin embargo, eso no la detuvo para alcanzar lo que ella buscaba, incluso si para algunos pudiera ser una locura, ¿pero de qué están hechos los sueños si no es de locura? Después de todo y a pesar de haber caído en el olvido con el paso de los años, Frances Gabe consiguió su sueño: no limpiar su casa durante décadas.
El final de sus días no hicieron honor a su incesante espíritu. Sobrevivió a su marido e hijos y allá por el 2008 sus nietos decidieron ingresarla en una residencia de ancianos en contra de su voluntad. Allí murió sola a los 101 años de edad.
¿Conocías el invento de esta magnífica mujer? ¿Alguna vez te lo habías planteado? ¡Compártelo con toda tu familia y amigos para que también conozcan el invento de Frances Gabe!