La próxima vez que quieras darte un baño relajarte, no vayas en busca de tu gel de baño favorito o de esa bomba de baño que tenías pensada para alguna ocasión especial, mejor opta por utilizar sal de Epsom. El uso de esta sal probablemente sea la manera más fácil, agradable y rápida de cuidar tu cuerpo. Además es un ingrediente muy barato que podrás conseguir en cualquier farmacia, supermercado o herbolario.
La sal de Epsom es un sulfato de magnesio. Cuando entra en contacto con agua, el sulfato de magnesio se libera y entra en el cuerpo a través de la piel. Las personas lo utilizan normalmente para aliviar los dolores musculares. Tener equilibrados los niveles de magnesio ayuda a reducir la inflamación general del cuerpo. Pero, además, tienen otros muchos beneficios que te dejarán completamente renovado, por dentro y por fuera.
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La deficiencia de magnesio o hipomagnesemia puede estar causada por alcoholismo, diarrea, desnutrición o altos niveles de calcio (hipercalcemia). Mediante la inmersión de los pies o el cuerpo entero en un baño de sal de Epsom, los niveles internos de magnesio pueden aumentar sin necesidad de tomar suplementos.
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Ningún otro baño reducirá tu estrés más que un baño con sal de Epsom. El magnesio de la sal de Epsom te ayudará a relajar los músculos y la mente.
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Los sulfatos de la sal de Epsom ayudan al organismo a eliminar las toxinas y los metales pesados de las células del cuerpo. En general, esto disminuye la acumulación interna de sustancias nocivas. Debido a que la piel humana es muy porosa, la adición de minerales como el magnesio y el sulfato, desencadena un proceso llamado ósmosis inversa. Esto expulsa las toxinas dañinas del cuerpo.
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La sal de Epsom es un laxante aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y se usa comúnmente para aliviar el estreñimiento de forma natural. Al ingerirlo, las sales de Epsom actúan como laxante, aumentando el agua en los intestinos y limpiando el colon de los desechos. Según algunos estudios publicados en Therapeutic Advances in Gastroenterology, la sal de Epsom "tiene un potente efecto laxante in vitro gracias a la liberación de neurotransmisores y hormonas digestivas".
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Añadir sal de Epsom a un baño caliente alivia la inflamación y es especialmente beneficioso en el tratamiento natural del asma bronquial, los dolores musculares, los dolores de cabeza y las migrañas. Además, la sal de Epsom también puede ayudar a curar los cortes y reducir la hinchazón que se produce por esguinces y magulladuras.
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Las personas que tienen niveles normales de magnesio tienen menos probabilidades de desarrollar diabetes. El magnesio y el sulfato que se encuentran en la sal de Epsom ayudan a mejorar la capacidad del cuerpo para producir y utilizar la insulina. Tomar sal de Epsom, ya sea por vía oral o transdérmica (por la piel), puede ayudar a regular el azúcar en la sangre, de esta manera disminuye el riesgo de diabetes y aumenta la energía del cuerpo.
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Añadir un poco de sal de Epsom a los productos para el cabello puede ayudarte a disminuir el exceso de grasa y dando volumen extra. Combina a partes iguales sal de Epsom y acondicionador para conseguir tu acondicionador perfecto. Después de lavarte el cabello con champú, aplícate esta mezcla. Cubre todo el cabello, desde el cuero cabelludo hasta las puntas. Déjalo actuar de 10 a 20 minutos y enjuágatelo. Haz esto una vez por semana para obtener mejores resultados.
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