Todos sabemos que comer demasiado en la cena no es recomendable, nos sentirnos pesados, nos cuesta más dormir y, además, las calorías que ingerimos no las quemamos, por lo que engordamos con mayor facilidad.
Joseph Murray, gastroenterólogo, recomienda a sus pacientes no comer nada durante las 3 horas previas a dormir.
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Murray asegura que el estómago de una persona normal tarda unas 3 horas en descomponer los alimentos y, por lo tanto, meterse en la cama y dormir durante esas 3 horas, puede interrumpir el proceso.
"En lugar de triturar los alimentos de manera eficiente, el estómago puede entrar en lo que llamamos "función de limpieza", donde trata de expulsar los alimentos aunque no los haya asimilado bien. Cuando estos alimentos llegan a al intestino delgado, estos tienen que hacer un gran trabajo para descomponerlos y absorber sus nutrientes."
El hecho de que tu sistema digestivo esté trabajando mientras duermes es lo que interrumpe tu sueño. Aunque no te despiertes, seguro que al día siguiente te sientes más cansado o mareado.
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El chocolate o las galletas son ricos en azúcares y, además, es una fuente de cafeína que muchos desconocen. Aunque no contenga mucha, tan solo un poco de cafeína puede perturbar o detener los procesos químicos que inducen al sueño.
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Los alimentos grasos como la leche, el yogur, el aguacate, los frutos secos, los helados, la mantequilla, la pizza, etc. tardan mucho en digerirse, por lo que te impedirá que descanses bien si los consumes poco antes de irte a la cama.
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Estos alimentos pueden provocar reflujo ácido, lo que causará una sensación de ardor en el pecho y la garganta que no te dejará dormir por la noche. Por lo tanto, evita consumir alimentos picantes o fritos, así como las salsas con base de tomate.
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El alcohol perturba los ciclos de sueño y hará que te despiertes a media noche o bien que no descanses adecuadamente.
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El plátano es rico en carbohidratos de digestión rápida, por lo tanto el aparato digestivo no tendrá que trabajar demasiado para descomponerlo. Además, son una gran fuente de magnesio, por lo que te ayudará a relajarte y favorecerá el sueño.
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Los granos enteros ayudan a desencadenar la liberación de la serotonina, melatonina y otros neurotransmisores cerebrales que promueven el sueño, según afirma Maxine Smith, dietista de la Clínica de Cleveland.
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Los huevos son una buena fuente de proteínas y el estómago los procesa bastante rápido. Un huevo revuelto para cenar puede ser la cena perfecta.
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Un estudio de 2017 realizado en Noruega vinculó el hecho de comer kiwi con una mejor calidad del sueño. Esto se debe a su alto contenido en antioxidantes, incluyendo la serotonina.
Otras frutas también muy beneficiosas son las manzanas, que son una fuente saludable de carbohidratos que también puedes consumir antes de acostarte.
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Como puedes ver, hay muchos alimentos que no perturbarán tu ciclo de sueño, pero aún así, comer demasiado antes de dormir, aunque sean esos alimentos, no es recomendable.
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