Probablemente no seas consciente, pero alrededor de 80% del ajo que se vende en todo el mundo proviene de China. Solo en los Estados Unidos se importaron más de 138.000 toneladas en 2015, y la tendencia parece solo ir en aumento.
Teniendo este dato en mente, quizás pienses que el ajo procedente de China sea de muy buena calidad, ¿verdad? Pues siento decirte que la mayoría de los ajos procedentes de China están blanqueados artificialmente y tratados con numerosos pesticidas muy tóxicos para nuestra salud.
El problema del ajo chino
La producción más barata de China ha hecho que muchos países apuesten por la importación del ajo asiático en lugar de invertir en el producto nacional. Siempre ha existido mucha controversia a cerca de la seguridad y la comida en China, y el ajo desafortunadamente no es ninguna excepción. Además de ser blanqueados con cloro, los ajos son fumigados intensivamente con pesticidas muy perjudiciales para la salud.
El proceso de blanqueo cubre las manchas producidas por la suciedad residual que queda tras ser sacados de la tierra. El tratamiento artificial que reciben los ajos hacen que estos dejen de brotar, los blanquea y matan a los insectos. Entre algunos de los productos con el que se realiza el fumigado se encuentra el bromuro de metilo, una toxina mortal.
En dosis altas, el bromuro de metilo puede causar problemas respiratorios y problemas en el sistema nervioso central. De acuerdo con Naciones Unidas, es 60 veces más peligroso que el cloro. ¿Vale la pena ahorrar un par de euros en ajo importado? Quizás una alternativa mejor sea cultivar tu propio ajo tal y como te mostramos en este artículo. No hay nada como comer algo cultivado por uno mismo teniendo la seguridad de que todo lo que se ha utilizado para fue completamente natural.
¿Cómo diferenciar el ajo chino del resto? Raíces muy cortas
Con el objetivo de cumplir las regulaciones para poder ser exportados, al ajo chino se le retiran las raíces para evitar que posibles enfermedades se transmitan de un país a otro. Los productores locales no pagarían un coste extra para cortar las raíces ya que nadie los obliga a hacerlo.
Son menos sabrosos
Este truco puede ser complicado si mezclas el ajo con otros ingredientes, pero muchos chefs afirman que el ajo chino tiene un ligero sabor metálico. Ese característico sabor posiblemente se deba a unos bajos niveles de alicina, la sustancia relacionada con el gusto y el olor del ajo.
Son más ligeros
El ajo normal posee menos agua que el chino. Alrededor del 42% del vegetal es sólido mientras que el chino solo alcanza el 37%. Si deseas comprobar este aspecto por ti mismo aprieta la cabeza de ajo con tus manos, mientras más duro y firme sea, mejor.
No tengas miedo en preguntar la procedencia de cualquier producto que no esté correctamente etiquetado para poder mantener tu cuerpo libre de sustancias químicas perjudiciales, después de todo, somos lo que comemos.
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