Todos hemos vivido ese momento de desesperación en el que te mueres de ganas por meterte en el agua después de haber merendado, pero tu madre te dice eso de "no te bañes que se te corta la digestión".
Después de insistir repetidamente sin ningún éxito, te ves obligado a esperar sentado en la toalla hasta que pasen las dos horas estipuladas oficialmente para hacer la digestión. Pero, ¿de verdad es necesario esperar ese tiempo antes de bañarse, o simplemente se trata de una forma de tortura empleada por los padres?
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Conocida popularmente como corte de digestión, la hidrocución, es un shock termodiferencial caracterizado por un estado sincopal provocado por el cambio brusco de temperatura que ocurre cuando nos metemos en el agua.
El contacto brusco de la piel y de las vías respiratorias superiores con el agua fría desencadena un reflejo de inhibición de la respiración y la circulación que ocasiona en la mayoría de los casos una parada cardiorrespiratoria.
Al contrario de lo que muchos creen, no está directamente relacionado con ningún proceso digestivo. No existe ningún caso clínico contrastado que verifique la relación directa entre la digestión y la hidrocución, aunque una comida copiosa antes del choque térmico puede aumentar las posibilidades de padecerla.
Otra creencia errónea sostiene que los niños son más propensos a sufrir este tipo de problemas, sin embargo, el riesgo de sufrir un corte de digestión es independiente de la edad.
Cualquier persona corre el mismo peligro de sufrir los efectos de la hidrocución, aunque sí es cierto que las personas con problemas de corazón tienen una mayor facilidad para entrar en parada cardiorrespiratoria.
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Aunque parezca una especie de leyenda urbana entre los más jóvenes, lo cierto es que todos los años fallecen muchas personas a causa de este fenómeno. Y es que, a pesar de la facilidad con la que se puede evitar este problema, en muy pocas ocasiones se toman las medidas necesarias para prevenirlo.
Pese a que esperar dos horas antes de bañarte no evita que se den las hidrocuciones, sí que hay que tener en cuenta algunos factores:
Como cabe esperar, resulta más probable que se produzca un corte de digestión cuanto mayor sea la diferencia de temperatura entre nuestro cuerpo y el agua donde nos bañamos.
De esta manera, pasar mucho tiempo al sol, realizar comidas copiosas o practicar ejercicio intenso no son actividades recomendables para llevar a cabo momentos previos a un baño.
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Como suele ocurrir, la solución más sencilla es también la más efectiva. Si queremos prevenir un posible corte de digestión, resulta aconsejable entrar poco a poco en el agua mojando nuestro cuerpo de manera progresiva.
Así adaptaremos gradualmente la temperatura de nuestro organismo a la del agua y la pérdida de calor no será tan repentina.
Por otra parte, siempre evitaremos las actividades que puedan aumentar nuestra temperatura corporal momentos antes de adentrarnos en el agua.
Por ello, es recomendable, sobre todo entre los más pequeños, esperar entre una hora y media o dos horas antes de meterse en el agua después de haber comido, ya que después de comer la sangre se acumula en el aparato digestivo y llega en menor cantidad al resto del cuerpo, aumentando así el riesgo de sufrir una hidrocución.
¡Comparte los peligros de la hidrocución con todos tus amigos y disfruta de un verano seguro! Imagen de portada: Olga Max / Shutterstock
