Todas las personas sudamos, es un proceso natural de nuestro cuerpo que generalmente se utiliza como medio de refrigeración para regular nuestra temperatura corporal. El sudor hace que transpiremos y, en ocasiones, puede ser el resultado de una respuesta física a la estimulación y el miedo. El problema viene cuando se suda en exceso.
La hiperhidrosis es un trastorno que consiste en la producción excesiva de sudor. Se produce a causa de un fallo en nuestro sistema nervioso autónomo (simpático), que provoca que nuestro organismo produzca más sudor del que necesita para regular la temperatura corporal.
Una condición que suele acompañar a la hiperhidrosis es la bromhidrosis, y se refiere al mal olor corporal que, cuando es intenso, puede llegar a acarrear un problema laboral, social o incluso de autoestima para la persona que lo sufre. Este olor llega a ser muy desagradable y no se reduce con el uso de desodorantes, antitranspirantes o perfumes, los cuales en muchos casos pueden incluso agravar la situación.
Hay dos tipos de glándulas sudoríparas, las ecrinas, que son las que producen el sudor y regulan nuestra temperatura corporal, y las apocrinas, que se encuentran sobre todo en las axilas y la región genital y producen sudor pero de características distintas.
La bromohidrosis se produce por el desarrollo de las glándulas sudoríparas apocrinas, que generan una producción excesiva de sudor generando ese desagradable olor.
Causas de la bromhidrosis
Como hemos comentado, la bromhidrosis se produce por la producción excesiva de sudor por parte de las glándulas sudoríparas apocrinas, pero hay ciertas condiciones que la agravan.
Según NHS UK, factores como el sobrepeso, comer comida picante (como el ajo), beber alcohol, tomar ciertos medicamentos (como los antidepresivos) o determinadas enfermedades como la diabetes mellitus, pueden empeorar la situación.
Signos y síntomas de la bromhidrosis
Según la Clínica Mayo, una de los síntomas más claros es la sudoración excesiva o, por el contrario, la falta de sudoración. Además, las personas que sufren bromhidrosis también tienen episodios de sudoración nocturna sin ninguna causa aparente. Si sufres alguno de estos síntomas o notas que tu olor corporal ha cambiado, acude a tu médico.
Remedios caseros para eliminar el olor corporal del sudor
El bicarbonato de sodio ayuda a absorber la humedad de la piel, por lo tanto, te ayudará a reducir el olor.
Opción 1
Mezcla una cuchara de bicarbonato de sodio con una cuchara de jugo de limón y aplícatelo en las axilas y en las zonas donde sudes excesivamente. Déjalo reposar unos 5 o 10 minutos y enjuágalo con agua. Repite el mismo procedimiento cada día durante varias semanas.
Opción 2
Mezcla bicarbonato de sodio y maicena a partes iguales y aplícatelo en las axilas secas. Esto evitará que sudes en exceso y, por lo tanto, el mal olor desaparecerá. Aún así, este remedio no es para aplicarlo todos los días puesto que nuestro cuerpo necesita transpirar, pero sí que puedes utilizarlo en ocasiones puntuales cuando tengas algún evento.
Opción 3
Pon a hervir en agua unas hojitas de neem. Una vez que haya hervido, cuélalo y date una ducha con ese agua. Estas hojas tienen propiedades antibacterianas que previenen el olor y las infecciones.
¿Qué te han parecido estos remedios? ¿Tú también sufres de mal olor? ¡Cuéntanoslo en los comentarios! ¡Comparte este artículo con todos tus amigos! Fuentes: Clínica Mayo | NHS UK | Top 10 Home Remedies | Organic Facts