A lo largo de Muck City Road, en el sur de Florida, se encuentra Miracle Village. Durante décadas, sus pequeñas viviendas alojaban inmigrantes que trabajaban en los campos de azúcar que había cerca. Hoy en día, albergan otro tipo de personas.
La mayoría de sus habitantes han sido condenados por agresión sexual: puedes encontrar todo tipo de pederastas y violadores por sus calles.
"Un paseo por el pueblo en un día de verano es una gran forma de relajarse. Grandes nubes salpican el cielo azul. Por lo general, hay un perro o dos caminando con alguien de arriba hacia abajo. A veces hay alguien que corre." cuenta Joseph Steinberg, un residente de Miracle Village.
Sofia Valiente, una fotógrafa de 24 años y residente en Florida desde que tiene 10 años, comenzó a visitar la comunidad en enero de 2013. Estuvo tres meses allí, incluso llegó a vivir en el complejo residencial durante varias semanas. El resultado de esto fue un libro llamado Miracle Village.
No es sólo un registro documental de una comunidad rechazada, sino un argumento para la comprensión, la rehabilitación e incluso el perdón. "Mi madre se asustó cuando se enteró que estaba haciendo un proyecto allí," dice Sofía. "Se preguntaba por qué esas personas."
Me sentía obligada como artista a contar sus historias. He de reconocer que me aterraba al principio pero fui bastante fuerte.
Hay casi 800.000 agresores sexuales registrados a nivel federal en los EEUU. Cada estado tiene sus propias leyes y Florida es uno de los más estrictos. Los agresores tienen que notificar a los funcionarios públicos todos sus movimientos, tienen que estar en casa de las 22:00h a las 06:00h y tienen que vivir al menos a 300 metros de colegios, guarderias, parques o cualquier otro lugar donde suele haber niños.
Muchos residentes de Miracle Village tienen que llevar una pulsera GPS en el tobillo, para estar controlados en todo momento. No pueden interactuar con menores de edad ni aunque sean parte de la familia. Están sujetos a pruebas de drogas aleatoriamente. Algunos no pueden usar internet y otros ni tener un teléfono.
Otra dificultad es encontrar un lugar para vivir. En algunos condados de Florida, deben estar a 900 metros de cualquier lugar donde se reúnan niños, por lo que es imposible vivir en la mayoría de pueblos y ciudades.
El 2009, un pastor evangélico local llamado Dick Witherow fundó Miracle Village como una especie de refugio para los agresores sexuales que buscan una vivienda.
Las fotos de Sofía de los miembros del pueblo son sutiles y también les pidió a los residentes que escribiesen cartas describiendo sus crímenes.
"Tuve sexo con mi hermano menor," escribió Matt, uno de los residentes.
"Mi crimen fue tener una novia de 16 años. Que me importaba mucho," escribe David. "Yo tenía 18 años, a punto de cumplir 19. Los padres estuvieron involucrados y me acusaron de agredirla sexualmente (esto no era cierto).
"Me casé con un hombre que abusó de mi," escribe Rosa. "Se drogó y bebió hasta que se desmayó. Me dijo que nunca iba a dejarlo con nuestros hijos. El transcurso de los acontecimientos me llevaron a ser detenida. Es una historia demasiado larga y muy dolorosa para mi. Fui detenida y acusada de molestar a mis hijos".
Sofía dijo que su objetivo con Miracle Village era mostrar a los residentes de la comunidad de una forma que la gente nunca había visto.
Hay un rango muy amplio de delincuentes en Miracle Village. Desde chicos que consultaron pornografía infantil hasta un chico de 18 años que tuvo relaciones sexuales con su novia de 16 años.
"Trato de no abordar lo que está bien y lo que está mal. No puedo mirarlo de esa manera. Se trata más de confrontar el estigma," dice Sofía. "Serían leprosos en la sociedad. Aquí, no son leprosos".
Hay que destacar que este pueblo no ofrece alojamiento para delincuentes con un perfil violador en serie ni aceptan pedófilos con diagnóstico médico.
¡No olvides compartir este curioso pueblo con todos tus amigos! Fuente: Time / Theguardian