Cuando nos hablan de Francia, probablemente se nos venga a la cabeza un país con exuberantes paisajes o la romántica ciudad de París.
Sin embargo, Francia vivió un período lleno de sombras durante la Primera Guerra Mundial que convirtió algunos de sus verdes campos en auténticos páramos sombríos.
En lo más profundo de Francia se encuentra una zona conocida como Zone Rouge (zona roja), donde se ha prohibido el paso de cualquier persona durante casi un siglo.
Aún hoy en día, se pueden apreciar las consecuencias que permanecen tras librar una guerra, consecuencias que olvidamos o simplemente desconocemos.
Descubre por ti mismo los horrores de la guerra que aún persisten observando las siguientes imágenes. Esta es una representación artística de la zona prohibida. La realidad debió ser aún más inquietante y escalofriante. [the_ad_placement id="social-sharing"]
Actualmente esta zona está cercada y se prohíbe el acceso al público. Habían tantas armas abandonadas, explosivos sin detonar y restos humanos que el gobierno creyó conveniente trasladar por completo a las personas que vivían en la zona. Hubo pueblos enteros que tuvieron que ser evacuados y borrados del mapa después de haber sido considerados "víctimas de la guerra". "Aquí se encontraba la iglesia", pone en el cartel de la imagen; difícil de creer, ¿verdad? Así es como quedó el campo de batalla francés poco después de la guerra. Los guardas forestales y cazadores hicieron uso de la zona hasta 2014, cuando algunos investigadores alemanes encontraron un 17% de arsénico en el suelo. Esto es 10 veces más de la cantidad que cualquier zona de batalla tiene normalmente. Esos niveles de arsénico son 300 veces más alto de lo que los humanos pueden tolerar. Los niveles de plomo eran también eran muy altos en los animales que se encontraban en la zona, expecialmente en los jabalíes. En muchas partes de la zona roja, solo el 1% de la vida vegetal y animal es capaz de sobrevivir. Durante la guerra la zona fue contaminada con perclorato, lo que hizo que el agua de la zona y de los alrededores se volviera completamente tóxica. Es increíble que aún en la actualidad nada pueda crecer en ese suelo. En 2012 el gobierno prohibió la entrada al público de forma oficial después de comprobar el estado en el que realmente se encontraba aquella zona. Tras la guerra, el gobierno francés creó una organización destinada a eliminar las armas que aún permanecían en el campo de batalla. A principios de la década de los 70', la organización pensaba que el trabajo estaba casi terminado.
En el mapa de arriba se pueden ver los niveles de riesgo de la zona, el área roja es la zona más peligrosa.
Cuando pensaban que la tarea había sido completada, abrieron más áreas y caminos para el público. Sin embargo, no tuvieron en cuenta las fugas ni la detonación de algunas armas químicas. Hasta que el acceso fue oficialmente restringido en 2012, cientos de personas murieron a causa de los restos que aún quedaban de la batalla. Ahora saben que al menos durante más de 10.000 años más, las materiales no biodegradables como el plomo, el zinc y el mercurio contaminarán el suelo debido a las enormes cantidades de metralla que este contiene. Muchas personas dudan de que el gobierno francés y la Unión Europea estén haciendo lo suficiente para mantener el área segura, algo que según los científicos debería de ser monitoreado y supervisado continuamente. En 1916, la Batalla de Verdún se cobró más de 300.000 vidas en la zona roja. Parece incomprensible que la repercusión continue después de la guerra, sin embargo, los explosivos que se encuentran todavía en el suelo siguen produciendo lesiones y muerte hoy en día. Incluso las personas destinadas a retirar los restos sufren a veces algunas accidentes. Si el equipo encargado de limpiar todos los restos del área continua trabajando al ritmo en que lo hacen ahora, las autoridades estiman que podrían ser necesario entre 300-700 años para completar la limpieza completa de las zonas con restos peligrosos procedentes del enfrentamiento. Otros opinan que es imposible que algún día la zona prohibida quede completamente limpia. Con todo lo que ha pasado allí, la verdad es que parece un reto casi imposible. Existen muchísimas trincheras aún visibles dispersas por toda la zona. Algunos habitantes de los alrededores tienen colecciones personales que muestran al público como si de pequeños museos bélicos se tratasen. La Zone Rouge sirve como un ejemplo real de cómo los horrores de la guerra nunca terminan cuando acaba el enfrentamiento. ¡Comparte estas impactantes imágenes con todos tus amigos! Fuente: Boredomtherapy