¡Ya está bien de darle la tabarra a los demás! No hay nada peor que ir a la cama después de un día agotador y tener que aguantar los ronquidos de tu pareja. Si eres de los que roncan por las noches y haces retumbar las paredes con tu melodía infernal, ten un poco de solidaridad y realiza los ejercicios que te mostramos a continuación para acabar con tu problema.
En primer lugar deberas de asegurarte de que no se trata de un caso de apnea obstructiva del sueño, problema que impide que las personas respiren mientras duermen debido a que los músculos de la garganta se relajan demasiado y bloquean las vías respiratorias. Por tanto, una vez descartada esta posibilidad, estás listo para comenzar con los ejercicios que te mostramos a continuación con los que podrás mejorar tu sueño y el de tu pareja.
La eficacia de los ejercicios que te mostramos a continuación ha sido probada por la ciencia. Para ello, unos investigadores de UCLA pidieron a las personas que participaron en un estudio que realizaran estos ejercicios durante tres meses. Aquellas personas que lo hicieron vieron una reducción del 36% del ronquido y hasta un 59% en la intensidad del sonido de los ronquidos.
Si eres de las personas que se pasa toda la noche roncando, dale una oportunidad a estos ejercicios para mejorar la calidad de tu sueño y el de tu pareja. 1- Deslizamiento de lengua
Empuja la punta de la lengua contra el cielo de la boca. A continuación, desliza la lengua hacia delante y hacia atrás.
2- Lengua contra el paladar
Empuja la lengua hacia el paladar mientras succionas levemente el aire que queda entre la lengua y el cielo de la boca para aumentar la presión. Repite el ejercicio 20 veces.
3- Lengua hacia bajo
Empuja la lengua hacia la parte inferior de tu boca mientras mantienes la punta de la lengua en contacto con tus dientes delanteros inferiores. Repite el ejercicio 20 veces.
4- ¡Di ahhhhh!
Tal y como lo haces cuando vas al médico. Levanta el paladar blando (la parte posterior del cielo de la boca) y la úvula (la campanilla). Repite el ejercicio 20 veces.
5- Dedo a la mejilla
Lleva tu dedo índice derecho hasta el interior de la boca para presionar toda la longitud de la mejilla izquierda. Abarca todo el músculo de la mejilla y ejerce presión contra tu dedo. Repite el ejercicio 10 veces. Cambia de lado y repítelo otras 10 veces.
6- Masticar correctamente
Siempre que comas, recuerda ir alternando el lado de la boca con el que masticas y tragas los alimentos. Cuando vayas a tragar, lleva la lengua hasta el paladar prestando atención de no tensionar los músculos de las mejillas.
Al igual que ocurre con cualquier actividad física, es necesario practicar estos ejercicios con regularidad, afortunadamente son tan fáciles que los podrás hacer mientras estás en el trabajo, preparando la comida, en la ducha. El tiempo y el lugar no es ninguna excusa.
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