Los placeres de una ensalada son incontables y además le sientan genial a tu cuerpo. Contienen numerosos nutrientes, vitaminas y minerales esenciales para nuestro organismo. También se trata de un plato muy fresco y ligero, que sienta bien a todo el mundo y que desde aquí recomendamos tomar frecuentemente.
A los vegetarianos les encanta porque de esta forma no consumen carne. Además les gusta presumir de comer aquello que no siente ni padece, ¿o no?
Al parecer estudios recientes de la universidad de Missouri revelan que las plantas no solo pueden sentir cuando te las comes, si no además sugieren que pueden "oír".
¿Cómo es eso posible?
Prestad atención amantes de los vegetales. Nuevas evidencias demuestran que deberías mirar a tu bol de ensalada con más empatía.
El fundamento de este estudio se basa en la reacción que tienen las plantas ante diferentes ruidos.
"Hemos descubierto que 'el sonido de masticar', altera el metabolismo de las células de las plantas, generando sustancias químicas defensivas que repelen el ataque de insectos."
Sus primeras pruebas consistieron en colocar orugas sobre plantas para que se alimentaran.
Grabaron los sonidos que hacían al masticar que produjeron dichas orugas y los reprodujeron en un grupo de vegetales mientras que otras de las verduras no estaban expuestas al ruido.
Al volver a colocar las orugas en ambas verduras, descubrieron que las que habían estado expuestas al sonido habían producido más aceite de mostaza, que definitivamente no le gusta a las orugas.
Esto demostró que las plantas son capaces de percibir cuando son comidas y se defienden ante ello.
Si bien esto prueba que las plantas responden a estímulos externos y son capaces de responder a situaciones de amenaza como los animales, aún queda mucho por aprender de cómo detectan estas vibraciones.
Más allá de hacerte sentir mal al comer una ensalada, estas nuevas pruebas ayudarán a evitar el uso de pesticidas para evitar que las cosechas sean diezmadas por plagas.
Ahora solo hará falta una cinta de casete con el sonido de orugas comiendo para que las plantas se preparen para la guerra.
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¿Crees que las plantas pueden sentir? ¿Se defienden como nosotros ante un ataque?
Comparte este increíble descubrimiento y seguro que no volverás a ver a una col de la misma forma. Fuente: LittleThings
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