Si recuerdas la última vez que te hiciste un chequeo médico, posiblemente recuerdes haber visto una colorida tabla con tu índice de masa corporal o IMC.
El IMC es un método para medir la grasa corporal basado en la relación que existe entre nuestro peso y nuestra altura que se remonta a la década de 1830. A pesar de su popularidad, actualmente se sabe que se trata de un método que únicamente proporciona números aproximados.
Por suerte, recientemente se ha encontrado una alternativa mucho más eficiente y que resuelve el mayor problema del IMC.
El 1 de mayo, un equipo de investigadores de la Clínica Mayo publicó el Indicador de Volumen Corporal o BVI, una nueva herramienta que podría transformar la forma en qué nos medimos.
Este nuevo sistema es esencialmente una forma de medida que relaciona y compara el volumen total del cuerpo con el volumen del abdomen, una medida que se puede tomar manualmente o mediante una aplicación.
"Aunque podría parecer extraño, nuestras cinturas pueden proporcionar información clave de nuestra salud", decía José Medina Inojosa, investigador de cardiología preventiva en la Clínica Mayo.
Varios estudios han documentado un vínculo entre altas cantidades de grasa abdominal y un mayor riesgo de enfermedad cardiaca y diabetes tipo 2.
En un importante estudio realizado en 2012, los investigadores examinaron a más de 340.000 europeos y encontraron que las personas con sobrepeso que tenían cinturas de grandes dimensiones (87.63 cm o más para las mujeres y 101.6 cm o más para los hombres) tenían casi el mismo riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 que las personas que eran clínicamente obesas.
Uno de los problemas del IMC es que no tiene muy en cuenta la grasa acumulada en el abdomen. Todo lo que mide es la altura y el peso, razón por la cual personas delgadas con mucho músculo pueden tener un IMC que equivaldría al 'sobrepeso'.
Los científicos todavía no están seguros de por qué el exceso de grasa alrededor de nuestro abdomen está conectado a problemas de salud, pero piensan que tiene que ver con cómo puede llegar a interferir nuestra grasa visceral en el funcionamiento normal de nuestros órganos internos.
Los expertos en salud pública han defendido durante años que el IMC no era una herramienta perfecta para medir la aptitud física y que una métrica mejorada debería incorporar la circunferencia de la cintura.
"Para la salud, la cuestión no es cuánto pesas, sino cuánta grasa abdominal tienes", escribieron los miembros de la Escuela de Medicina de Harvard en su blog "Permanecer sano" en 2005. En esta aplicación puedes calcular cuál es tu grasa corporal según el nuevo BVI.
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