Todo el mundo tiene algún pequeño capricho en la vida que le produce placer y culpabilidad a partes iguales.
Algunas personas son capaces de controlar el deseo de la tentación, mientras que otras personas utilizan esos "caprichitos" como un remedio para afrontar las situaciones más complicadas que pueden llegar a convertirse en graves problemas mentales como el estrés o la depresión.
Nos encontramos ante el caso de Beverley Pickorer, una mujer de 35 años y cuatro hijos que lo supo todo acerca de la automedicación.
Beverley se convirtió en alcohólica a los veinte años como consecuencia de varias rupturas sentimentales muy duras para ella. Fue creciendo junto a la bebida y aumentando su dependencia al alcohol. Su adicción extrema le llevo a consumir la increíble cifra de hasta 40 cervezas al día. Y te preguntarás... ¿Cómo demonios es esto posible?, ¿Cómo debe estar de perdida una persona para llegar a consumir tal cantidad de bebida?
A la edad de 35 años, la salud de Beverly comenzó a empeorar... The Times-Picayune
A los 35 años empezó a sufrir de cirrosis en su hígado y poco a poco fue debilitándose. Comenzó a perder sus dientes, incluso la habilidad de hablar de forma fluida. Pasó varios meses en cuidados intensivos donde ya no podía hacer nada por si misma. Su pareja Anthony Howard estuvo a su lado en todo momento, tenía claro que quería utilizar la horrible situación que vivía Beverley para ayudar a otras personas.
Por eso tomó estas impactantes imágenes donde se ven los gravísimos efectos que produjo el alcohol en Beverley.
rel="nofollow noopener noreferrer">Marcelo E Ana Campos
Las imágenes son tremendamente impactantes. Los dientes de Beverley se pudrieron completamente, su piel fue adquiriendo un tono amarillento, y su aspecto esquelético la hacía casi irreconocible. Comenzó a sufrir constantes episodios de epilepsia y no pudo hacer nunca más nada por si sola.
Anthony veía como su pareja se marchitaba poco a poco acercándose a una muerte anunciada. rel="nofollow noopener noreferrer">Marcelo E Ana Campos
A medida que pasaba el tiempo, la salud de Beverley continuaba empeorando. Postrada en una cama perdió la visión por completo. Los enfermeros debían cambiarla de posición cada pocas horas para evitar la aparición de úlceras. Desafortunadamente Beverley acabó falleciendo en 2014.
rel="nofollow noopener noreferrer">Marcelo E Ana Campos
La historia de Beverley debe abrirnos los ojos a todos. El alcohol es capaz de arrebatar la vida a cualquier persona joven en poco tiempo. Las adicciones son siempre temidas por todos nosotros, pero hay que recordar que siempre hay muchas maneras de afrontarlas y que las personas que nos aman nos ayudaran siempre a superarlas.