¿A quién no le gusta una buena lasaña repleta de carne y queso? Por desgracia, para todos los que amamos la pasta, la lasaña no es precisamente uno de los platos más rápido de cocinar. Para poder preparar una buena lasaña tenemos que utilizar muchos ingredientes, lo que supone tiempo, esfuerzo y un montón de platos sucios.

Pero, ¿y si te dijese que hay una forma más sencilla para evitarnos tantos quebraderos de cabeza? Pues sí, preparar una buena lasaña no tiene por qué suponernos tanto esfuerzo.

Para poder hacer la sencilla receta que te mostraremos a continuación, solo tienes que tener a mano una olla del tamaño que prefieras, seguro que tienes alguna que otra que no usas cogiendo polvo en tu cocina.

Para empezar, mezcla en un recipiente 500 gramos de requesón o ricota, un huevo grande batido, tres cucharadas soperas de leche y nata a partes iguales y  poco de sal. Ahora, añade una capa de tu salsa favorita en la olla, de manera que cubras todo el fondo de la misma. A continuación, añade una capa de pasta para lasañas sin cocer, rompe la pasta en los trozos que necesites para conseguir una forma que se adapte a la olla. Cuando termines, alisa la superficie añadiendo  la mezcla de ricota y huevo que preparaste anteriormente. Encima de la mezcla, añade otra generosa capa de salsa, es importante que prepares una buena cantidad de salsa, ya que la pasta que aún está sin cocinar absorberá muchísima agua durante el proceso de cocción. A continuación, añade una capa de rallauras de mozzarella y parmesano. Cubre la olla con la tapa y deja que se cocine sobre unas dos horas y media a una temperatura alta o durante unas 6-7 horas a temperatura baja. Lo mejor de esta receta es que puedes añadirle todo lo que quieras. ¿No te gusta la carne? Sustituye la carne de la salsa por cualquier otra cosa que te apetezca. Si añades vegetales a la salsa, los más pequeños comerán verduras y no se darán ni cuenta. Échale un ojo al vídeo que te mostramos a continuación si tienes alguna duda con la receta.

Fuente: Wimp