Ser encantador es una cualidad infravalorada por la sociedad. La dinámica en el trabajo, ser una persona emprendedora o con los objetivos claros, son aspectos que se valoran más que el simple hecho de ser amable. No queremos que te conviertas en el príncipe encantador de Blancanieves, pero tu encanto te abrirá más puertas de las que crees.
Según los expertos, conseguir que los demás hagan lo que tu quieras es una cualidad que depende única exclusivamente de tu encanto y en muchos puestos de responsabilidad, es la clave del éxito. Con estos consejos serás el más querido de la oficina y nadie se resistirá.
¿Eres la persona más encantadora del mundo? Nunca olvidas el nombre de alguien
Que alguien recuerde tu nombre después de una corta relación siempre es agradable, y si además esa persona es capaz de recordar datos significativos sobre ti, como tu trabajo o el nombre de tu perro, seréis amigos para siempre.
No te importa parecer estúpido...
Si con ello consigues arrancar una sonrisa de la persona que tienes en frente de ti. Son capaces de probar cualquier cosa nueva a pesar de quedar en ridículo.
Te alegras sinceramente de conocer a alguien nuevo
Solo se tiene una primera impresión de una persona y conseguir que sea buena no es tan complicado. Sonríe e intenta memorizar el color de ojos de la persona que tienes en frente. Esto aumentará el contacto visual que siempre es una buena señal.
Conoces y usas el poder del contacto
El espacio vital de cada uno es algo que se debe respetar, pero si eres capaz de invadir dicho espacio en el preciso momento, serás capaz de transmitir mucho mejor tus sentimientos e intenciones. Un estudio demuestra que más del 50% de las personas, interpretan mejor una emoción no verbalizada cuando hay contacto entre medio.
No temas al fracaso
Las personas más encantadoras hablan abiertamente sobre el fracaso, la derrota y la decepción. No tienen miedo de mostrar su parte más vulnerable, lo que los hace aún más achuchables.
Escuchar más y hablar menos
Todo el mundo está deseando contar sus miserias, pero poca gente está dispuesta a escucharlas. Saber escuchar y reaccionar ante lo que se te cuenta te hace ser mucho más atractivo y de confianza para la persona que tienes en frente.
Buscas una mirada cómplice
En lugar de centrarte en las miradas de desacuerdo, buscas entre los que te rodean esa mirada cómplice que sin palabras todo lo dice. Centrarse en lo bueno y buscarlo te hace más accesible para el mundo que te rodea.
Controlas tus expresiones faciales
No es lo mismo contar una historia, que relatarla con todo tu cuerpo. Tus manos, piernas y expresiones faciales hacen que cualquier relato sean mucho más creíble si todo tu cuerpo lo acompaña.
Siempre haces la pregunta clave
No temen a abrirse ante nadie y buscan conocerte lo mejor que puedan. Saben hacer las preguntas correctas y no se pierden por las ramas. Irá directo al grano y a tu corazón.
¿Eres todo un príncipe encantador? ¿Te sientes más cómodo con el villano de la historia? ¡Compártelo con tus amigos para que sean más adorables! Fuente: inc | brightside | lovepanky Imagen de portada: María Pérez para rolloid