Un día te lesionas, necesitas echar horas extras en el trabajo o cualquier otro motivo te obliga a dejar el ejercicio para otro momento. Entonces, llegan las vacaciones y piensas que mejor disfrutarlas y ponerte serio con el entrenamiento en enero.
A veces resulta asombroso la facilidad con la que dos días de descanso pueden convertirse en semanas o incluso meses. De hecho, entre el 25% y el 35% de los adultos que deciden realizar ejercicio abandonan su objetivo en un plazo de 2 a 5 meses después de comenzar.
El truco para no fracasar en nuestro meta es incorporar el ejercicio en nuestro día a día. No se trata de que te ejercites por moda o para conseguir un cuerpo escultural, se trata de que incorpores el ejercicio en tu rutina diaria del mismo modo que comes, sales a pasear o disfrutas con tus amigos.
A continuación te mostramos algunos trucos para que el ejercicio sea parte de tu vida para siempre: Haz que el ejercicio forme parte de tu vida
No es lo mismo hacer ejercicio con el objetivo de tener una figura bonita que hacer deporte para llevar un estilo de vida saludable. Entrenar motivado por un objetivo estético requiere resultados para mantener la motivación, si estos no llegan lo suficientemente rápido (algo que pasa normalmente), acabas decepcionado y sin ninguna razón por la que seguir ejercitándote.
En cambio, si tu meta es simplemente estar saludable, siempre tendrás una razón para continuar haciendo ejercicio.
Haz que la actividad física se convierta en un hábito. Establece los días de la semana que irás a entrenar procurando que sean como mínimo 3, de este modo podrás organizarte mucho mejor si dispones de poco tiempo libre.
Enfócalo desde el punto de vista adecuado
¿No te fue del todo bien en el trabajo? Prueba a hacer ejercicio. ¿Sientes demasiado estrés acumulado? Haz ejercicio. ¿Hoy ha sido un día estupendo y no sabes qué hacer para que termine de ser redondo? Haz ejercicio.
Sudar un poco puede ser la solución de muchos de tus problemas y un complemento estupendo para muchos de tus placeres. En el momento en que seas consciente de los numerosos beneficios que tiene el deporte sobre nuestro cuerpo, comprenderás la capacidad que tiene para hacer que te sientas bien. Será entonces cuando no lo abandones por cualquier excusa.
No te pongas demasiadas restricciones
Es importante planificar nuestra rutina de forma inteligente. Cuando decidamos comenzar este nuevo estilo de vida, deberemos buscar un gimnasio que esté cerca de nosotros (hogar o lugar de trabajo). Si necesitas ir en coche o tomar el autobús para ir a tu gimnasio, es bastante probable que abandones tu objetivo más pronto que tarde.
Teniendo el lugar de entrenamiento cerca de nuestro entorno habitual, no habrán excusas que nos impidan entrenar como la lluvia o el tráfico.
Tu plan de entrenamiento debe ser divertido
Si no te gusta correr, no corras. Si prefieres ir a clases en lugar de entrenar solo, entonces hazlo de ese modo. Si el yoga te aburre, no tienes por qué practicarlo. No todas las actividades son para nosotros, y la única forma de no abandonar el ejercicio es elegir aquellas alternativas que nos gusten, que nos diviertan, que nos hagan sentir que realmente estamos trabajando quemando calorías, drenando la tensión y mejorando nuestro cuerpo y salud.
Eso sí, recuerda que es importante establecer un plan de ejercicios integral que te permita trabajar toda la musculatura de tu cuerpo. Si no sabes por dónde comenzar, consulta a un entrenador sobre las mejores alternativas según tus preferencias, o investiga sobre las clases, ejercicios y actividades que pueden adaptarse mejor a ti.
Márcate objetivos realistas
Debes ser realista con los objetivos que te marques y no esperar a tener un abdomen definido o perder 10 kilos en un mes. Cuando no obtienes los resultados esperados llegan las decepciones, y si los resultados son prácticamente imposibles de conseguir, es my probable que abandones.
Además, ten siempre en mente que estar saludable es uno de tus objetivos más importantes, más allá de conseguir unos resultados u otros.
Haz que el ejercicio sea lo más ameno posible
Por suerte para nosotros, existen muchísimas formas con las que podemos divertirnos haciendo ejercicio, ya sea entrenar con un amigo, con nuestra música favorita o mientras vemos una serie de tv.
Lo importante es que hacer ejercicio te suponga un divertimento que te den ganas de repetir.
Realiza diferentes ejercicios para romper con la monotonía
Intenta realizar entrenamientos diferentes para combatir el aburrimiento. Si cada día haces una rutina diferente, no habrá forma de que te canses. Sería recomendable que cada sesión contase con unos 30 minutos de actividad cardiovascular como correr, caminar en subida, usar la elíptica, la bicicleta, nadar, hacer zumba, fitbox o cualquier otra clase de este tipo.
Luego es recomendable trabajar zonas concretas del cuerpo con ejercicios de fuerza para tonificar y fortalecer la musculatura.
Disfruta con el ejercicio
En el momento en que dejes de ver el ejercicio como una obligación, dejarás de correr el riesgo de abandonarlo. Disfruta de tus sesiones de entrenamiento, aprovecha sus beneficios, deshazte del estrés y emplea esos minutos que pasas sudando para sentirte bien mientras trabajas el cuerpo y consigues una mejor calidad de vida.
¡El ejercicio es vida, haz que no se convierta en ningún castigo!
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