Muchas lunas han pasado desde que te sacaste el carnet de conducir, y lo más probable es que, a día de hoy, lo suspendieras.
Pero no solo tienen la culpa las señales de tráfico, la forma en la que tratas tu coche no tiene nombre y si sigues por ese camino, las visitas al mecánico te dejarán la cuenta en números rojos.
Las peores costumbres que están destrozando tu coche Ignorar ruidos sospechosos
La primera y más evidente es que, si tu coche empieza a producir algún ruido que antes no tenía, es hora de llevarlo al mecánico. Parece simple, pero seguro que has esperado meses hasta hacerlo y la espera te ha salido cara.
Conducir con la mano en la palanca de cambio
Ni en la ventana ni en la palanca de cambios, las manos deben estar sobre el volante. Por insignificante que resulte, la presión ejercida sobre la palanca al depositar la mano, desequilibra, poco a poco, todo el engranaje del cambio de marchas.
Si nunca has tenido que cambiar uno, estás de suerte, pero es una de las partes más caras del coche.
Aguantar con el coche en reserva
El indicador de combustible está ahí para algo y no es necesario ni recomendable apurar hasta el límite para ir a llenar el tanque.
Los depósitos que se van generando en el fondo del tanque mientras no está en marcha, pueden producir daños en el motor si al arrancarlo se filtran, cosa que solo pasa con el tanque casi vacío.
De 0 a 100 en 15 segundos
Seguro que imaginabas que salir quemando rueda no era lo mejor para tu coche, pero tampoco lo es acelerar hasta el punto que pase las 2.000 revoluciones.
Es mejor esperar a que el motor se caliente para aumentar las revoluciones, especialmente en invierno, donde el motor debería estar encendido un par de minutos antes de emprender el camino.
¿Cómo se usa el freno de mano?
Al aparcar en pendiente, todo el peso del coche recae en la caja de cambios. Lo mejor es, mientras aún tienes el freno pisado, subir el freno de mano para bloquear el coche y entonces, y solo entonces, soltar el freno.
Cargar el coche de más
Por mucho que la familia haya decidido pasar un mes en la casa de verano, no es necesario trasladar todas las pertenencias contigo. L
os 4 ocupantes, el perro y todo el equipaje es peso de más para tu coche que además se aventura a hacer un viaje más largo de lo normal. Tu coche no responde igual al frenado con tanto peso, por no decir lo que sufren los ejes y neumáticos.
Pie sobre el freno
En las situaciones más delicadas, en un atasco o cuesta hacía abajo, tendemos a mantener el pie sobre el pedal de freno para "estar preparados", pero esta acción desgasta las pastillas de freno y lo recomendable es cambiar de marcha, a una inferior, para frenar el motor.
Constantes frenados
Evitar los atascos es un poder que si tuviéramos, todos usaríamos a diario, pero si que hay algo que puedes hacer para evitar los frenazos, mantén la distancia de seguridad. En un atasco lo mejor es tomárselo con calma y no estar constantemente acelerando y frenando al más mínimo movimiento.
¿Cuántos de estos fallos cometes a diario? ¿Conocías los peligros de las malas costumbres? ¡Compártelo con tus amigos para que dejen de visitar regularmente al mecánico! Fuente: autoblog Imagen de portada: shutterstock