Si tu objetivo es conseguir un cuerpo de escándalo para este verano, siento decirte que vas un poco pillado de tiempo. Los cambios físicos no son algo que se puedan conseguir de la noche a la mañana, son algo que necesitan tiempo, esfuerzo y constancia.
Pero tranquilo, no te desanimes. Como dice el dicho: "más vale tarde que nunca". Siempre es acertado intentar comenzar un nuevo estilo de vida que nos ayude a estar sanos, y por qué no, a conseguir un físico envidiable.
A continuación te mostramos algunas claves para perder peso eficazmente: 1- Vigila las calorías
El debate respecto a qué es mejor, los productos bajos en grasas o bajos en carbohidratos se reduce a una cosa muy simple: si quieres perder peso, únicamente tienes que preocuparte por ingerir menos calorías de las que quemas.
Ten en cuenta que, mientras más saludable sea la forma en que consigues esas calorías, mejor será para tu salud. La dieta perfecta para bajar de peso es aquella con la que puedes convivir en tu día a día, ya sea reduciendo las grasas, los carbohidratos o cualquier otra combinación.
2- Sacia el hambre con proteína de suero
Los alimentos ricos en proteínas ralentizan la aparición del hambre, y como todos sabemos, cuanto más llenos nos sintamos entre comidas, más fácil nos será evitar las tentaciones que al final estropean nuestro plan de entrenamiento.
En este sentido, la proteína de suero se encuentra entre los productos más efectivos a la hora de quitarnos el hambre. Un batido preparado con dos cucharadas de esta proteína, algo de fruta y un poco de agua o hielo triturado, es una posible solución para mantenernos saciados.
3- Carne para quemar grasa
Debido a un fenómeno conocido como termogénesis, cada vez que comemos nuestro cuerpo aumenta su temperatura para poder digerir los alimentos, lo que provoca un incremento en nuestro metabolismo durante un periodo corto de tiempo.
En este sentido, las proteínas son las que más elevan la temperatura durante su digestión, seguidas por los carbohidratos y las grasas. Por otra parte, las proteínas animales aumentan la termogénesis en mayor medida que las proteínas vegetales.
Así que intenta incluir proteínas en cada comida y prepara la cena con carne de pollo, ternera o cerdo. De esta manera, quemarás más calorías por la digestión en el momento del día en el que el metabolismo suele ser más lento.
4- Aminoácidos ramificados
Los aminoácidos son los componentes básicos de la proteína, y los aminoácidos ramificados (leucina, isoleucina y valina) son los mejores entre todos ellos. La combinación de estos tres aminoácidos esenciales compone casi la tercera parte de los músculos esqueléticos en el cuerpo humano y desempeñan un papel muy importante en la síntesis de proteínas.
Este tipo de alimentos te ayudan a recuperarte de los entrenamientos intensos al reducir la descomposición de proteínas de los músculos, y aumentan la testosterona y la hormona del crecimiento (las hormonas más importantes para luchar eliminar grasa y crear músculo).
Para empezar, prueba a conseguir al menos 10 gramos de estos aminoácidos al día. Puedes encontrarlos en la carne y en los productos lácteos. También puedes obtenerlos a través de suplementos.
5- Evita todos los alimentos refinados
Si en algo pueden estar de acuerdo todos los expertos en nutrición, es que consumir carbohidratos refinados es una idea terrible.
Este tipo de alimentos a penas tienen valor nutricional. Además, producen un pico de azúcar en sangre muy rápido, que baja de igual forma, haciendo que te sientas cansado y mucho más hambriento que antes.
Aunque todavía existe una manera de hacer que los carbohidratos refinados sean aún más perjudiciales: friéndolos. Algunos investigadores han encontrado un sospechoso carcinógeno llamado acrilamida en productos como las patatas fritas. Sea como sea, evita este tipo de productos, tu cuerpo te lo agradecerá.
6- La comida nos sienta mejor con fibra
Cuando introducimos fibra en el estómago, la comida necesita más tiempo en entrar en el torrente sanguíneo, haciendo que el nivel de azúcar en sangre se mantenga estable.
De esta manera, obtendrás un suministro de energía más constante y una menor sensación de hambre entre comidas. La única gran desventaja es que disfrutarás de menos tiempo de lectura cuando vayas al baño.
Aumenta la ingesta de verduras y frutas ricas en fibra hasta comenzar a ingerir unos 7 o 12 gramos al día, o por el contrario, inclúyela en forma de suplemento.
7- No te olvides de las grasas Omega 3
Cada año, aprendemos nuevos beneficios para la salud de las grasas poliinsaturadas omega 3 que podemos encontrar en el pescado azul, los frutos secos, el aceite de oliva o las semillas.
Además de ayudarnos a disminuir el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas o diabetes, las grasas omega 3 también contribuyen a un mejor físico.
Los productos que contienen omega 3, reducen la inflamación en todo el cuerpo, hecho que no sólo puede prevenir posibles ataques al corazón (la inflamación en los tejidos que rodean los vasos sanguíneos es una de las causas más importantes de esta enfermedad), sino que también ayuda a que los músculos se recuperen más rápido de los entrenamientos.
Unos músculos más grandes y menos inflamados implican un metabolismo más rápido, aspecto crucial cuando intentamos estar libre de grasas.
8- Haz un plan de nutrición
No se puede perder peso sin una dieta adecuada. Realiza un plan para organizar y programar tu alimentación. Cuanto más sofisticado y adaptado sea a tus gustos, más fácilmente podrás seguir la dieta y mejores serán los resultados.
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