Ya hemos podido comprobar que el vino, en cualquiera de sus variedades, es una de las bebidas alcohólicas más saludables que existen, sino la que más. Es poco calórico y, además, nos ofrece múltiples beneficios gracias a sus antioxidantes y demás nutrientes, realmente buenos para nuestro cuerpo.
Todo ello, por supuesto, respetando siempre unos límites para no acabar superando las tasas de alcohol recomendadas, y no tomando absolutamente nada en el caso de que tengamos que conducir o trabajar por ejemplo. Eso sí, una copita de vino al día no hace daño a nadie, al contrario, puede ofrecernos muchos beneficios.
¿Qué vino es mejor, el tinto o el blanco? Características del vino
Claro que también hay que tener en cuenta la variedad del vino para elegir el mejor en cada caso. Normalmente solemos encontrar dos grandes variedades: vino tinto y vino blanco.
Cada cual tiene sus propias características más allá del color que les da nombre y por supuesto, podemos disfrutar de los dos sin ningún problema. Es cierto que a veces hay alguno que nos gusta más que otro, sobre todo a la hora de acompañar algunos platos.
Aquí te vamos a mostrar las diferencias principales entre los dos tipos de vino, para ver cuál es el más adecuado en cada momento:
Los vinos blancos son, en su mayoría, hechos a partir de uvas blancas, sin piel ni semillas. Las pieles se separan del zumo y la levadura se añade para la fermentación. Los vinos blancos tienen un sabor y aroma afrutado.
Técnicamente se le considera el menos saludable, puesto que no cuenta con tantos antioxidantes como las otras dos variedades. Sin embargo, el vino blanco sí que incluye la quercetina, una molécula que puede ayudar a nuestro sistema digestivo a asimilar mejor la glucosa, una estupenda noticia para aquellas personas que sufran alguna enfermedad relacionada con el azúcar, como la diabetes.
El blanco, en este caso, será una alternativa más que saludable para ellos, desde luego.
Por su parte, el vino tinto se prepara con las uvas rojas y negras. Las uvas trituradas (con la cáscara) se fermentan durante una o dos semanas. Es el vino más típico para tomar solo, por ejemplo, o casi con cualquier alimento, porque su sabor va bien con casi todo. Pero además, el vino tinto es el más recomendable por su mayor índice de nutrientes beneficiosos para nuestro cuerpo.
Según AmoLife.com, la cantidad de taninos (compuestos que se encuentran en la piel de la uva de origen natural) son la principal diferencia entre los vinos tintos y blancos. Contribuyen al color y el sabor de los vinos tintos, haciéndolos más secos y dándole más cuerpo al sabor.
Beneficios para la salud
Consumir una copa de vino al día reduce el riesgo de enfermedad coronaria en un 30%, según el Instituto Linus Pauling, haciendo que los vinos tintos o blancos sean adiciones beneficiosas para tu dieta.
El vino tinto es una fuente abundante de antioxidantes de gran alcance que pueden ayudar a prevenir enfermedades del corazón mediante el aumento de niveles de colesterol bueno y la protección de las arterias.
Resveratrol
El resveratrol, un poderoso antioxidante que se encuentra en las uvas, puede ser el ingrediente clave en el vino tinto. Si bien los efectos del resveratrol en los humanos requiere más investigación, podría prevenir el crecimiento de células cancerosas, incluyendo las que provocan el cáncer de mama, explicaba el Instituto Linus Pauling.
También puede ofrecer beneficios cardiovasculares que nos protegen de la aterosclerosis, una enfermedad caracterizada por depósitos de grasa en las paredes arteriales. Dado que las uvas para los vinos tintos se fermentan más tiempo (y con las pieles), el vino tinto contiene más resveratrol.
Entonces ¿qué vino debo elegir: tinto o blanco?
Como hemos podido comprobar, cada tipo de vino tiene unas características diferentes, y no solo tenemos que pensar en la comida a la que acompañarán, sino también en las necesidades saludables que tenemos en cada momento y que debemos satisfacer a través de ellos.
Los antioxidantes que nos ofrecen los vinos tintos pueden servirnos de mucha ayuda, especialmente cuando ya tenemos una edad, para conseguir que nuestro cuerpo siga lo más joven y sano posible.
En el caso de personas diabéticas o con problemas para asimilar la glucosa, el vino blanco será la alternativa perfecta.
Moderación
Aunque puede haber beneficios en beber vino, debes hacerlo con moderación. Los riesgos de beber en exceso cualquier bebida alcohólica pueden superar fácilmente esos beneficios. De acuerdo con la Escuela de Salud Pública de Harvard, la moderación se define como un máximo de dos copas por día para los hombres y una copa para las mujeres.
Y a ti, ¿qué vino es el que más te gusta? ¡Déjanos tu repuesta en los comentarios! ¡Comparte los beneficios del vino con todos tus amigos!