La pobreza es un tema difícil de entender y empatizar si no se ha vivido y experimentado. Cambia a las personas y es muy difícil dejar de ser pobre ya que el mundo en el que vivimos no facilita nada las cosas.
Si has sido capaz de escapar de ella, estás de suerte. Pero si has crecido siendo pobre y miras hacia atrás, hacia tu antigua vida, podrás ver algunos hábitos que has ido desarrollando conforme crecías.
5 Hábitos que desarrollas al crecer si eres pobre 1- Necesitas gastar el dinero extra justo ahora
Cuando eres pobre, sueles tener la cuenta a cero y ver como el dinero que entra del sueldo se va para las facturas. En cuanto ves una alta cantidad de dinero en la cuenta, ya sea por una ayuda del estado o una paga extra, piensas en gastarla y nunca la guardas para facturas futuras.
Esto se debe a que al estar acostumbrado a que tu cuenta esté en cero no sabes como manejar ese dinero inesperado. Piensas que si no lo gastas desaparecerá. Cuando sales de la pobreza sigues pensando en gastar todo el dinero extra. Con el tiempo quizás aprendas a administrarlo mejor.
2- Te conviertes en un contable obsesivo
Los pobres cuentan hasta el último céntimo que tienen en la cartera y además tienen que ser capaces de calcular en el momento lo que pueden gastar y seguir sobreviviendo hasta el próximo cobro.
Pagar las facturas se convierte en puro cálculo. Sin embargo, cuando dejas de ser pobre llegas a un punto en el que no te preocupas por los números exactos y comienzas a redondear, pero tu mente seguirá intentando calcular.
3- Desarrollas un sabor para la comida envasada
Cuando eres pobre, sorprendentemente terminas comprando comida envasada ya que necesitas que no se ponga mala. Esta necesidad se debe a que compras a primeros de mes y no puedes permitirte muchos viajes a la tienda.
No comprábamos productos frescos ni verduras ni fruta fresca. Las consumíamos enlatadas o congeladas. Te llegas a acostumbrar tanto que cuando consigues salir de la pobreza sigues comiendo cosas enlatadas ya que las prefieres antes que la versión fresca.
4- Deseas tirar la casa por la ventana con los regalos
Los pobres no suelen recibir muchos regalos. Cuando los niños notan que sus padres se preocupan por sus facturas, también lo hacen y comienzan a hacer sacrificios en nombre de la familia. Suelen decir que no necesitan algo cuando se le ofrece ya que se sienten culpables de esos lujos que se les permite.
Por todo esto, cuando consiguen dejar de ser pobres, comienzan a excederse en los regalos y gastan el doble de lo que una persona normal consideraría razonable.
5- Solo gastas teniendo en cuenta el corto plazo
Cuando no tienes mucho dinero, compras solo lo que necesitas. No gastas innecesariamente. De hecho incluso la ropa va pasando de generación en generación. Cuando teníamos algún dinero extra, a veces íbamos a comprar ropa pero siempre comprábamos cosas útiles y no elegíamos nada por su aspecto.
Cuando ya no eres pobre, sigues guardando la ropa de un hijo para otro y no gastas dinero en cosas que no necesitas. De hecho te sentirás culpable si lo haces.
Es muy difícil dejar de tener ese ahorrador dentro de nosotros y empezar a pensar a largo plazo ya que la culpa nos acecha. Poco a poco debes ir acostumbrándote a que no debes sentirte culpable, que tu economía es otra y que ya no tienes que andar pensando cada minuto si tu cuenta se ha quedado a cero o no.
¿Te ha ocurrido algo parecido? ¿Cómo ha sido tu experiencia? ¡Compártelo con todos tus amigos para que conozcan estos hábitos! Fuente: Cracked Imagen de portada: Perfectlab / shutterstock