El nacimiento de un bebé trae mucha felicidad e ilusión. Cuando se incorpora un nuevo miembro a la familia es un motivo de total ilusión, pero sin embargo, siendo realistas, tener un bebé cansa mucho más de lo que parece. Un ser tan pequeño necesita miles de cuidados que a simple vista no se ven.
Algunos padres se quejan más que otros, pero, por lo general, el criar a los adultos del mañana no es nada sencillo.
Criar un bebé no es una tarea nada fácil Pendientes del bebé las 24 horas
El dormir se vuelve un lujo. Después de estar criando a un bebé y consolándole toda la noche para que pueda estar tranquilo, los padres desarrollan una especie de inmunidad al sueño.
Dormir 3 o 4 horas es lo normal y se convierte en una especie de rutina. Cuando el bebé crece, los padres están hasta extrañados de que los llantos terminen y son capaces de ir a la habitación a comprobar que todo está bien en mitad de la noche.
Dormir poco se convertirá en tu rutina
No hay tiempo de relax. Cuando eres padre, lo eres a tiempo completo. Encuentras que no tienes descansos ni tiempo para ti mismo, solo cuando están dormidos.
Es entonces cuando ir al baño se convierte en el momento de paz del día, porque puedes mirar las noticias tranquilamente o consultar el móvil sin que un llanto te devuelva a la realidad.
No hay días de descanso, porque los niños necesitan ser atendidos 24 horas 7 días a la semana. Los pequeños necesitan que les lleves al colegio, que la comida esté servida y que estén aseados y listos para cualquier ocasión. Así que no importa si te pones enfermo, porque no vas a tener ni ese momento para descansar.
Cuando eres padre no hay días de descanso ni baja por enfermedad
Los cerebros comienzan a bloquearse con el paso del tiempo y es que los niños son una fuente interminable de dudas. Cada dos segundos escucharás un "¿por qué?" y tendrás que darle respuesta.
El esfuerzo físico también es una parte importante de ser padres. Aunque parezca una tontería, el coger a un niño en brazos y tener que sujetarlo puede ser una tarea bastante difícil, sobre todo teniendo en cuenta de que estos pequeños crecen por días y empiezan a pesar más.
El esfuerzo físico se incrementa
Hablando de esfuerzo físico, nadie tiene en cuenta todas las veces que hay que agacharse al suelo para coger lo que el niño deja por medio, o todo lo que hay que limpiar después de cada comida, de cada baño o de cada sesión de juego. Sin duda, solo lo entenderán los que han pasado por ello.
A veces, hay que hacer pequeños sacrificios. Los padres necesitan tiempo para ellos mismos, esto quiere decir que mientras el niño duerme tranquilamente quizá ellos están viendo una película o charlando en el sofá. Sacrificar unas pocas horas de sueño por mantener la estabilidad de la relación parece algo justo.
Como padre tienes que hacer algunos pequeños sacrificios
A menudo los padres ocupados no tienen ni tiempo para mirarse al espejo y cuando lo hacen descubren que hay arrugas donde antes no las había y es que el ser padre puede echarte unos cuantos años encima de golpe.
Lo más importante es que, aunque haya cosas malas, siguen adelante con una sonrisa y disfrutando de sus niños. Porque no hay nada más bonito que ver crecer y educar a un niño.
¿Te has sentido identificado con estas situaciones? ¿Estás preparado para tener tu primer hijo? ¡Compártelo con esos amigos y padres para que no se sientan solos! Fuente: huffingtonpost Imagen de portada: ABC