Enero es un mes duro en todos los aspectos. Después de las fiestas, no solo estamos hemos cogido unos kilos de más, sino que nuestro hígado se resiente a causa de todo el alcohol que hemos ingerido. Por ello es el mes perfecto para poner en práctica un buen método depurativo que nos ayude a librarnos de todas esas toxinas dañinas.
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La raíz de diente de león se ha utilizado como medicamento para tratar los trastornos biliares desde el siglo XI. Es rica en potasio, un electrolito necesario que ayuda a desintoxicar el cuerpo en general y aporta energía extra.
La ingesta diaria recomendada es de una a tres tazas diarias durante al menos tres días consecutivos.
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El café tiene un alto contenido de antioxidantes, algo esencial para eliminar las toxinas y quitarle trabajo al hígado. Puedes tomar de una a tres tazas diarias, pero esto depende de cada persona. Si tomando dos tazas ya te notas algo más nervioso de la cuenta, no tomes más.
Recuerda que no debes tomar café el día después de haber bebido mucho alcohol. El café es diurético, por lo tanto harás que te deshidrates más de lo que estás por culpa del alcohol.
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La colina es un nutriente esencial soluble en agua. Se suele agrupar con las vitaminas del grupo B y es clave para el desarrollo fetal, para el buen funcionamiento del sistema nervioso y para evitar que la grasa se acumule en el hígado.
El exceso de grasa en el hígado puede acumularse por muchas razones (colesterol alto, obesidad, diabetes...), pero el abuso del alcohol es la principal causa.
La ingesta diaria recomendada es de 425 miligramos para mujeres y 550 miligramos para hombres. Las mejores fuentes de este nutriente son los huevos, la coliflor, los hongos, las verduras de hoja verde como la acelga o la col rizada, el marisco, las coles de Bruselas y el hígado.
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El cardamomo es una especia hecha a partir de las vainas de semillas de varias plantas de la familia del jengibre y ayuda a depurar el organismo. Con que lo tomes una o dos veces por semana es suficiente. De hecho, el consumo excesivo de cardamomo puede conducir a cálculos biliares, ya que el cuerpo puede no absorberlo correctamente.
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