El dolor de hombros puede aparecer en cualquier ligamento, músculo o tendón que se halle dentro o alrededor de los hombros. Las molestias pueden llegar a ser tan graves que te impidan realizar cualquier actividad que requiera fuerza de los brazos. Por norma general, las personas que trabajan sentados son los más propensos a este tipo de dolores.
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Cuando comience a dolerte el hombro, aplícate hielo envuelto en una toalla sobre el área afectada. El frío ayudará a adormecer el dolor y a reducir la inflamación. Además, limitará la acumulación de ácido láctico, que es un subproducto del metabolismo muscular que puede aumentar el dolor muscular.
Recuerda que no debes aplicarte el hielo directamente sobre la piel, ya que puede causar congelación y empeorar la situación.
2- Sal de Epsom
La sal de Epsom puede aliviar tu dolor de hombro y mejorar la circulación de la sangre y la liberación del estrés. Llena tu bañera con agua tibia, añade 2 tazas de sal de Epsom en el interior y mezcla hasta que la sal se disuelva.
Métete dentro de la bañera y sumérgete en el agua durante 20 o 25 minutos. Hazlo unas 3 veces por semana para obtener mejores resultados.
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Al igual que las compresas frías, las compresas calientes también pueden ayudar a tratar la inflamación y el dolor. Eso sí, ten en cuenta que, para utilizar el calor como tratamiento, debes llevar más de 48 horas con dolor.
Pon agua caliente en la bolsa de agua y déjala reposar en el hombro durante 10 o 15 minutos. Puedes hacerlo varias veces al día para obtener un alivio completo.
4- Aceite de oliva
El aceite de oliva también puede ayudar a aliviar el dolor de hombro. Puede mejorar la circulación sanguínea y reduce la hinchazón y la rigidez. Calienta un poco de aceite de oliva y deja que se enfríe. Pídele a alguien que te de un masaje en la zona afectada durante 10 minutos y verás como se alivia tu dolor.
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