Cuando pensamos en el Lejano Oeste, lo primero que nos viene a la cabeza son los vaqueros con pistolas en ambas caderas, pero nunca nos preguntamos cómo sería el sexo en esa época.
La naturaleza puritana de los colonos americanos les coartaba a la hora de hablar abiertamente del sexo. La prostitución estaba presente en todas partes, pero la gente no confesaba lo que le gustaba hacer en la cama.
A pesar de que era un tema tabú, hay algunos datos bastante interesantes y llamativos que probablemente no sabías. Los roles de género no estaban muy marcados y la homosexualidad era algo normal
Aunque creas que en esa época ya existía el estereotipo de hombre duro, muy macho y mujer débil que debía ser rescatada por su amado, nada más lejos de la realidad.
La sociedad del Lejano Oeste permitía que cada persona fuera quien quisiera ser.
Cuando, por ejemplo, en campos mineros no había demasiadas mujeres para tantos hombres, muchos tenían relaciones sexuales entre ellos.
La prostitución estaba a la orden del día
En el Antiguo Oeste, la prostitución era básica en cualquier ciudad. Lo más sorprendente era lo aceptado que estaba.
En algunos lugares, las mujeres caminaban por las calles con una sábana para que, cuando alguien requiriese de sus labores, se pudiesen tumbar en el suelo y tener sexo en el mismo momento.
En otros lugares, esta profesión tenía más prestigio, y los hombres acudían a los grandiosos burdeles dirigidos por señoras con un alto poder.
La mayoría de las prostitutas eran jóvenes, en su mayoría menores de 30 años, sin educación y, en muchos casos, analfabetas. Algunas eran inmigrantes, y los precios se estipulaban no sólo por el físico sino también por la nacionalidad y la etnia de la chica.
No se tomaban medidas anticonceptivas
En una época de prostitución desenfrenada y poca contracepción, lo más normal sería que naciesen niños por doquier. Sin embargo, las prostitutas optaban siempre por abortar tomando sustancias que contenían ingredientes venenosos e inducían al aborto espontáneo.
El sexo oral era demasiado para los vaqueros
La felación se consideraba algo demasiado extraño para los estadounidenses durante esta época. Hay evidencias de que incluso las prostitutas estaban en contra.
Como puedes ver, las relaciones sexuales en el Lejano Oeste tenían su peculiaridades. En ciertos aspectos, no distaban tanto de la actualidad, pero en otros como los abortos o el sexo oral, sí había bastante diferencia.
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