Desde que somos niños, estamos acostumbrados a comer pan diariamente. Es uno de los alimentos básicos en nuestra dieta. Incluso cuando vamos a algún restaurante, lo primero que ponen en la mesa es una cesta de pan. Lo tenemos tan asimilado que a veces se nos olvida plantearnos la cantidad de pan que ingerimos cada día.
No hay nada malo en consumir pan en sí, el problema está en el tipo de pan que elijas. El pan integral de grano entero es un alimento con muchos beneficios para la salud siempre y cuando se consuma con moderación, sin embargo, el procesado, que por desgracia es el más común, es uno de los mayores enemigos de la dieta.
Los cereales refinados y procesados son muy pobres nutricionalmente y contienen muchas calorías. Además, si se combinan con sal o azúcares, se convierten en uno de los peores alimentos que existen: la bollería industrial.
Estos son los beneficios de eliminar el pan refinado de la dieta 1- Pierdes peso
Una dieta alta en carbohidratos refinados hace que el cuerpo retenga líquidos. Se estima que cada gramo de carbohidratos que comemos se une a otros 3 o 4 gramos de agua hace que nos sentimos hinchados y pesados. Por otro lado, también aumenta las probabilidades de que la grasa se acumule alrededor del vientre.
2- Aumenta tu energía
El trigo causa un aumento rápido de los niveles de azúcar en la sangre. El residuo de glifosato, un herbicida muy común, que contiene el trigo, también aumenta la permeabilidad intestinal, por lo que es más probable que desarrolles el Síndrome de Intestino Permeable.
Según Alessio Fasano, Director Médico del Centro de Investigación Celíaca de la Universidad de Maryland, nadie puede digerir correctamente el gluten, y algunas personas son más sensibles que otras.
"No tenemos las enzimas para descomponerlo", informa Discovery News. "Todo depende de lo bien que nuestras paredes intestinales se cierren después de ingerirlo y de cómo nuestro sistema inmunológico reacciona ante él".
Los compuestos que producen el gluten, la gliadina y la glutenina, son antinutrientes, es decir, compuestos naturales o sintéticos que interfieren en la absorción de nutrientes y atacan al cuerpo a medida que los consumen. Esto puede dejarte cansado, débil e incómodo. También puede provocar inflamación crónica y dolor en las articulaciones.
3- Mejora la digestión
El trigo es bastante difícil de digerir por lo que hemos comentado en el punto anterior, por lo tanto, si reducimos su consumo, mejoraremos la función de nuestro aparato digestivo. Asimismo aliviaremos los síntomas del Síndrome de Intestino Irritable.
4- Controlaremos los antojos
Los carbohidratos refinados que se encuentran en el pan blanco, en realidad, no contienen el salvado y el germen de trigo, que son las partes más ricas en nutrientes de los granos.
En su lugar, contiene el endospermo amiláceo que se convierte rápidamente en glucosa, causando un aumento brusco de los niveles de azúcar en la sangre, lo que hace que vuelvas a sentir hambre al poco tiempo de comer.
Comienza por pasar una semana sin consumir pan y ve aumentando el tiempo poco a poco. Como ya hemos mencionado, hablamos del pan refinado. El pan integral de grano entero puedes seguir consumiéndolo con moderación, ya que contiene fibra que es buena para mantener el aparato digestivo trabajando.
¿Tú también abusas del pan blanco? ¡Cuéntanoslo en los comentarios! ¡Comparte este interesante artículo con todos tus amigos! Fuente: Daily health Post