No sólo en épocas de crisis, sino en todo momento, no hay nada peor que tener que tirar la comida porque se estropeó o caducó. En España se desperdician al menos 7,7 millones de toneladas de alimentos cada año y un 48 % del total de comida que se tira a la basura son frutas y verduras.
En ciertos puntos del país, la humedad puede hacer que muchos de nuestros alimentos frescos se estropeen antes de tiempo y tengamos que tirarlos, lo que nos hace gastar cientos de euros en vano. Para evitarlo, te traemos unos trucos para conservar los alimentos y lograr que duren muchos días en óptimas condiciones.
A continuación te mostramos algunos trucos para ayudarte a disfrutar de tus alimentos preferidos durante mucho más tiempo: 1- Bayas + vinagre + agua
Mezcla vinagre de sidra de manzana con agua en una proporción de 1 cantidad de vinagre por cada 10 de agua. Enjuaga las bayas en esta solución, escúrrelas, colócalas en un recipiente forrado con papel y guárdalas en la nevera. La solución está muy diluida, por lo que no notarás sabor a vinagre cuando las comas.
2- Apio, brócoli, lechuga + papel de aluminio
Este truco es muy simple: envuelve completamente el brócoli, apio o lechuga que vayas a guardar en papel de aluminio antes de mentarlos en la nevera. De esta manera se mantendrán frescos y crujientes durante 2-3 semanas o más.
3- Albaricoques + huevera
Los albaricoques que mejor se conservan son aquellos que aún están ligeramente inmaduros y que no tienen manchas u otros defectos. Si necesitas guardar muchos, colócalos en una caja envolviéndolos en papel para hornear. También puede utilizar un recipiente limpio con compartimentos como una bandeja para huevos.
4- Uvas + cuerda
El mejor lugar para guardar las uvas en la nevera es la zona más cercana a la pared trasera. Elige variedades tardías y mantén las uvas de forma que se toquen lo menos posible. Puedes almacenarlas durante mucho tiempo si las cuelgas en una habitación seca, fresca, oscura y aireada.
5- Jengibre + agua hervida o papel pergamino
Si no te preocupa demasiado las propiedades saludables del jengibre pero sí que te interesa su sabor, simplemente guárdalo en el congelador. Sin además quieres mantenerlo fresco por mucho tiempo, sécalo un poco al sol y envuélvelo en papel encerado antes de guardarlo en un lugar fresco y oscuro. Otra forma puede ser sumergirlo en agua hervida y meterlo en la nevera.
6- Cebolleta + botella + congelador
Una manera simple de guardar las cebolletas es cortarlas y guardarlas en una botella de plástico. Sécalas un poco antes de ponerlas en el congelador. Si lo haces bien, puedes guardarlas durante meses.
7- Tomates + tallos hacia arriba o hacia abajo
Mantén los tomates inmaduros con sus tallos hacia abajo hasta que estén rojos formando una sola capa en una caja situada en un lugar fresco. Si hay fruta cerca el proceso será más rápido, pues el etileno acelerará la maduración. Los tomates maduros deben almacenarse a temperatura ambiente con sus tallos mirando hacia arriba, preferiblemente sin que los tomates se toquen entre sí.
8- Verduras + agua + bolsa de plástico
Podrás almacenar tus verduras por más tiempo simplemente colocando sus tallos en un tazón con agua y cubriendo sus hojas con una bolsa de plástico. Luego guárdalas en un lugar fresco.
9- Setas + caja, tazón o bolsa de papel
Elimina la suciedad de las setas y enjuágalas rápidamente, ya que su carne absorbe el agua con mucha facilidad. Opcionalmente, puedes sumergirlas en un tazón de agua salada para deshacerte de los insectos. A continuación colócalas sobre papel absorbente y corta las áreas dañadas. Seca las setas un poco y guárdalas en la nevera en una bolsa de papel, una caja de madera o un tazón cubierto con servilletas.
10 - Mantequilla + horno
Este antiguo método permite almacenar la mantequilla durante 1-3 años. Coloca los frascos esterilizados en una bandeja de hornear, y pon la mantequilla dentro de ellos. Hornea la mantequilla a 110°C durante 15-20 minutos.
A continuación, añade más mantequilla en los frascos, cierra las tapas y vuelve a meterlos en el horno otros 45 minutos. Déjala enfriar y la tendrás lista para guardar en la despensa.
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