Conocido como "Jukai" o "Mar de árboles" por los lugareños, el bosque de Aokigahara se ha convertido en uno de los lugares más misteriosos del planeta debido al gran número de suicidios que se cometen cada año a la sombra de sus árboles.
A pesar de estar reinado por un inquietante silencio, el lugar actúa como un canto de sirenas para los amantes desconsolados, empresarios en quiebra o cualquier persona deprimida que busque quitarse la vida.
Debido la gran cantidad de personas que han muerto en Aokigahara, cientos de historias, mitos y leyendas se han creado al respecto. Las más extendidas cuentan que aquellos que murieron por su propia mano tienen prohibido unirse a los espíritus de sus antepasados, y se ven obligados a vagar entre los árboles y las montañas para volver loco a todo aquel que ose adentrarse en el bosque.
Estos son algunos de los mitos y verdades que debes conocer sobre "El bosque de los suicidios": 1- El bosque está a la sombra del monte Fuji
Situado en la base del Monte Fuji, Aokigahara es un espeso dosel de árboles con un suelo conformado por roca volcánica comprimida. Su espesor y dureza son tan altas que resulta casi imposible realizar cualquier excavación en los dominios del bosque.
La carencia de rasgos identificativos en el terreno y el denso espesor de las hojas hacen que los excursionistas se pierdan fácilmente. Y no solo eso, los depósitos de hierro que se encuentran en el suelo volcánico inutilizan el GPS y los teléfonos móviles.
2- Los árboles son increíblemente densos
El follaje en Aokigahara es tan denso que es prácticamente imposible ver más allá de 2 metros. Los árboles son altos y están inclinados, lo que significa que el bosque está en constante penumbra.
Como medida de seguridad, las autoridades japonesas advierten a los excursionistas que no deambulen por senderos mal señalados. De igual forma, la gente suele usar cintas de colores para marcar el camino que han seguido.
3- En el bosque reina un silencio casi completo
Es tal la densidad del follaje de los árboles que el viento apenas puede penetrar en el bosque. Esto le otorga al Aokigahara una cierta e inquietante tranquilidad que solo infunde temor entre los excursionistas.
Este fenómeno también propicia que los gritos puedan escucharse desde largas distancias, de ahí que nazcan tantas historias acerca de que el bosque está lleno de fantasmas que lloran por su condena.
4- También está desprovisto de vida silvestre
En Aokigahara no vive prácticamente ningún animal. La densidad de árboles hace que a los animales les resulte muy difícil transitar el bosque, y además, tampoco hay mucho que comer.
Todos los animales que habitan el bosque son nocturnos y muy raramente son vistos por humanos. Los árboles son tan numerosos que rara vez se divisa algún ave. Tanto es así que los excursionistas han hablado de que se sienten sorprendidos cuando escuchan el canto de un pájaro.
5- Aokigahara alberga más que árboles
Además de ser conocido por lo tupidas que son las copas de sus impenetrable árboles, Aokigahara también tiene otras características naturales sorprendentes.
Las más importantes quizás sean sus profundas cavernas heladas, entre las que se encuentran la cueva de hielo Narusawa y la cueva del viento.
6- Es el segundo lugar con más suicidios del mundo
Este bosque es el segundo lugar donde más personas deciden quitarse la vida de todo el mundo, solo superado por el puente Golden Gate. Aunque los datos varían según la fuente, se estiman que al menos 500 personas (probablemente muchas más) se han suicidado entre los árboles de Aokigahara.
7- Nadie sabe cuántos suicidios han tenido lugar
Las autoridades japonesas no publican el número exacto de suicidios que tienen lugar en Aokigahara para evitar que se vuelva aún más popular. Pero a diferencia del puente Golden Gate u otros sitios populares para los suicidios, el número real es desconocido para absolutamente todo el mundo.
Aunque los trabajadores forestales encuentran alrededor de 70 cadáveres cada año, se cree que muchos otros quedan sin descubrir tras ser tragados por la espesa vegetación.
8- Se dice que unos espíritus llamados Yurei acechan en el bosque
En el folclore japonés, se dice que unos espíritus conocidos como yurei, vagan por el bosque. Por lo general, toman la forma de mujeres pálidas que visten batas blancas y tienen el cabello largo y negro. Se concentran en Aokigahara porque la tradición dice que aquellos que se quitan la vida no pueden unirse a los espíritus de sus antepasados.
9- Existen leyendas de ancianos que son abandonados en el bosque desde hace siglos
Una leyenda ampliamente aceptada en Japón cuenta que en la antigüedad, las familias abandonaban a ciertas personas en Aokigahara durante los períodos de hambruna o sequía.
Aquellos que eran abandonados en el bosque morirán de hambre lentamente sin ninguna posibilidad de sobrevivir. No se sabe qué tan común era esta práctica, aunque debió ser bastante habitual puesto que recibe el nombre de "ubasute".
10- La epidemia de suicidios tiene un origen concreto
Aunque las personas han elegido el Aokigahara com lugar de suicidio desde la antigüedad, la epidemia comenzó a rastrearse en la década de 1950. Realmente no se convirtió en un problema nacional hasta 1960, cuando el escritor Seicho Matsumoto publicó una novela llamada "Kuroi Kaiju", la cual termina con dos amantes suicidándose en el bosque.
Desde ese momento se produjo un notable aumento en los suicidios. Por otra parte, el cuestionable best seller de 1993 escrito por Wataru Tsurumui, "The Complete Suicide Manual", recomendaba a Aokigahara como el lugar perfecto para morir. Desgraciadamente, ese mismo libro es hallado a menudo cerca de las víctimas de los suicidios.
Comparte los secretos del bosque de los suicidios con todos tus amigos. Fuente: Ranker