La frase "en mis tiempos las cosas eran diferentes" posiblemente suene frase típica de abuelo, sin embargo, es innegable que nuestros abuelos y abuelas tuvieron que sobreponerse a muchísimas dificultades para sobrevivir de las que aún hoy no podemos siquiera hacernos una idea.
Antiguamente no disponían de todas las facilidades que tenemos a nuestro alcance, cualquier cosa, por fácil o accesible que parezca hoy en día, en aquel tiempo era muy difícil de conseguir.
Normalmente con un gran número de hijos que alimentar, y pocos recursos a la mano, cualquier forma que existiese para ahorrar un poco de dinero suponía una gran diferencia en el seno de la familia.
A continuación te mostraremos 10 cosas que tu abuela nunca tiraría a la basura: 1- Tarros de cristal
Grandes o pequeños, todo tipo de cajas, latas, frascos o tarros eran reutilizados como envases para guardar multitud de cosas. Las cajas de fruta eran utilizadas como muebles. Las latas de café, se convertían en el lugar perfecto para guardar grasa o aceites. Los frascos de cristal eran muy útiles ya que te daban la oportunidad de preparar y guardar tus propias conservas, lo que suponía un ahorro significativo para la economía del hogar.
2- Botones
Cualquier botón, por diferente que sea a los demás siempre era útil. En todas las casas había un frasco lleno de botones esperando una segunda oportunidad. ¡No importa lo baratos que sean, los botones nunca se tiran!
3- Trozos de Tela
Cualquier trozo de tela podía ser reutilizado si nuestras abuelas sabían en qué emplearlao. Antiguamente era muy común utilizar cualquier trozo de tela para hacer remiendos, colchas, alfombras de trapo, ropa de muñecas, ropa de bebés e infinidad de trapos para el hogar.
4- Papel de aluminio
Una vez limpio, el papel de aluminio se puede vovler a utilizar para almacenar alimentos. También puede utilizarse como revestimiento o como elemento abrasivo para la limpieza.
5- Papel de periódico
Los usos del periódico son muy antiguos y numerosos. Estos trozos de papel repleto de noticias pueden ser utilizados como combustible, como papel de embalaje, como aislante, como sustrato para jaulas y un montón de otras cosas. Seguro que alguna vez lo has usado para algo más que leer las noticias.
6- Restos de comida
Producir compost es la forma más fácil y directa de sacar provecho de los restos de comida aunque bien es verdad que existen muchas otras maneras. Los limones exprimidos se solían utilizar en la limpieza, las piel de los cítricos se solían utilizar en la cocina para hacer repostería.
Algunas verduras se pueden replantar a partir de un pequeño trozo de la misma. Y si todo esto fallaba, siempre habían animales que alimentar que no hacían ningún asco a las sobras de comida.
7- Restos de jabón
Los pequeños pedacitos de jabón que quedaban en la jabonera y parecían ser más inservibles que otra cosa, solían utilizarse para hacer polvo con el que lavar la ropa de la colada.
8- Semillas de alimentos
Conseguir comida a partir de la que ya tienes es la forma más eficiente de ahorrar dinero. Guardar las raíces o los tallos (como los del apio) era uno de los métodos preferidos para dar un descanso a la economía del hogar. Cualquier alimento por el que no tengas que pagar es y será siempre el más barato.
9- Calcetintes y ropa gastada
No tiene sentido sentirse mal al descubrir un agujero en el calcetín y menos tomar la decisión de tirarlos a la basura. Zurcir un clacetín roto era todo un arte que muchas mujeres conocían hace algunos años. Cualquier prenda que necesitase un remiendo estaba como nueva en pocos minutos en las hábiles manos de nuestras abuelas.
10- Grasa de tocino
Durante la Segunda Guerra Mundial, la grasa del bacon y otros aceites eran recogidos por centros de recolección para ser utilizados en la producción de bombas. Durante algún tiempo, también era utilizado como sustituto de la mantequilla o aceite de muchas recetas.
Todo pequeño ahorro podía significar la diferencia entre comer bien o acostarse con el estómago vacío. Muchos de nuestros padres y abuelos tuvieron que ingeniárselas para sobrevivir en otros tiempos más difíciles. Por suerte, su sabiduría no cayó en saco roto.
¡Comparte estos pequeños trucos con todos tus amigos! Fuente: Dustyoldthing