En 1856, el barco de vapor «Arabia» zarpó desde los muelles de Kansas City para realizar un viaje rutinario a través del río Missouri. A bordo llevaba 200 toneladas de una carga muy preciada con la que suministraría a 16 pueblos diferentes a lo largo de la frontera.
Los barcos de vapor eran muy comunes por aquel entonces, ya que eran el mejor método de viajar por toda la red de ríos de América. Estos barcos eran una gran forma de negocio al mismo tiempo que eran absolutamente esenciales para el comercio.
Desafortunadamente para el barco, un tronco de nogal flotaba oculto debido a los reflejos del sol en el agua. El impacto que ocasionó destrozó el casco por completo y el barco se hundió en cuestión de minutos irremediablemente.
Por suerte, todos los pasajeros del barco pudieron salvarse menos una pobre mula que atada la cubierta fue olvidada por todo el mundo en medio de aquel caos.
El blando fondo del río envolvió por completo al barco en una mezcla de limo y barro en muy pocos días debido a la gran fuerza de la corriente. Con el tiempo el río cambió su curso, y durante los siguientes 132 años el «Arabia» permaneció escondido hasta que fue descubierto en la década de 1980, a 13 metros de profundidad bajo una granja.
La leyenda del naufragio pasó de generación en generación por los habitantes de la zona e inspiraron a Bob Hawley a encontrarlo en 1987. Él y su hijo se ayudaron de viejos mapas y tecnología moderna para hallar el barco a un kilómetro de donde se encuentra el río actualmente. Los propietarios del terreno dieron permiso a Bob para realizar la excavación hasta que comenzara la próxima época de plantación.
Toda clase de equipamiento pesado fue llevado a la zona de excavación, incluyendo una grúa de 100 toneladas. Se tuvieron que retirar 75.000 litros de agua y excavar hasta los 19 metros.
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