¿Por qué gritamos GERÓNIMO cuando saltamos al vacío?

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Como ya  sabrás, todo aventurero que se precie y quiera saltar al vacío desde una altura considerable, irremediablemente debe hacerlo mientras grita el característico "¡Geróooonimooo!" Pero, ¿sabes realmente cuál es el verdadero origen de esta extraña tradición?

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Pues bien, el motivo por el cual este grito se ha extendido por todo el mundo se remonta allá por 1940, cuando durante la Segunda Guerra Mundial, se contempló la posibilidad de desplegar tropas militares en territorio enemigo mediante unidades de paracaidistas.

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Para tal cometido crearon una sección de 50 hombres que fueron sometidos a un exhaustivo entrenamiento en Fort Benning, una estación militar instalada en la ciudad de Columbus.

El día previo al salto de prueba que emularía el salto oficial, los soldados decidieron relajarse viendo una película en el cine y tomando unas cervezas. Casualmente, aquella noche vieron la película de Gerónimo, un film de 1939 que trata sobre la vida de un ilustre líder indio apache que causó verdaderos estragos entre las filas del ejército norteamericano.

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En una escena de la película, aparecía el protagonista huyendo del ejército enemigo. Para conseguir zafarse de sus perseguidores, el jefe indio se ve obligado a saltar desde una roca mientras grita con con todas sus fuerzas el nombre de Gerónimo.

Después de ver la película, los soldados comenzaron a hablar inevitablemente del gran desafío que tendrían que enfrentar al día siguiente. A diferencia del resto, un soldado llamado Aubrey Eberhardt se mostraba totalmente tranquilo, probablemente por la cantidad de alcohol que había consumido, y aseguraba que para él, aquel salto no se diferenciaba de cualquier otro que había realizado durante los entrenamientos.

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Los demás compañeros se reían de él y juraban que llegado el momento, sentiría tanto miedo que no se acordaría de su propio nombre. Herido en el orgullo, Aubrey contestó que para asegurarles que no tenía nada de miedo gritaría el nombre de Gerónimo tal y como acababan de ver en la película.

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Al parecer, a la mañana siguiente, el valeroso Aubrey mantuvo su promesa y gritó "Gerónimo" cuando realizó el salto. Su osadía se hizo famosa en la División de las Fuerzas Aerotransportadas de tal forma que el término de 'Gerónimo' se convirtió en el lema oficial de las unidades de paracaidistas.

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¿Quién fue realmente Gerónimo?

Nacido en Arizona en 1829, este gran líder indio se llamaba en realidad Goyahkla ("el que bosteza"), debido a que desde pequeño bostezaba a todas horas. Con el paso de los años se convertiría en una figura muy importante entre los indios apaches del oeste, también llamados chiricahuas.

Su fama surgió a raíz de los contínuos y violentos ataques que realizó contra el ejército de México y los colonos americanos del norte de Arizona tras ver cómo su familia era asesinada por ellos, convirtiéndose de esta manera en una auténtica pesadilla entre las filas enemigas y en toda una leyenda entre sus compatriotas.

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Fue durante este conflicto donde se le atribuyó el nombre de Gerónimo, al parecer, debido a los gritos de los soldados mexicanos que invocaban a su patrón San Gerónimo mientras huían de los salvajes ataques liderados por Goyahkla.

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Debido a sus sangrientos ataques, se ganó el odio entre sus adversarios, quienes llegaron a desplegar a más de 5.000 soldados norteamericanos y 3.000 mexicanos con el objetivo de capturar al escurridizo jefe indio.

Gracias a sus épicas escapadas y su grandes victorias, a pesar de no ser nunca jefe de los apaches, Goyahkla se convirtió en un figura muy importante para su pueblo quienes además le atribuían poderes de adivinación y clarividencia. De hecho, él mismo llegó a asegurar que no existía ninguna bala capaz de matarle, lo que hacía que los suyos llegasen a creer cierta su posible inmortalidad.

Tras años de huida, se rindió y fue trasladado junto a 450 apaches hasta Florida, para ser reubicado tiempo después en una reserva de Oklahoma, donde se convirtió al Cristianismo y se registró su autobiografía. Allí pasó los últimos años a pesar de su deseo de volver Arizona. Finalmente, el terrorífico Goyahkla murió en Oklahoma con más de 80 años tras caerse de su caballo.

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Fuente: Muyhistoria, Abadiadigital
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