El veterano Connie Willhite estaba a punto de morir por lo que lo único que quería era cumplir su último deseo: ir de pesca y ser bautizado en un día. Este hombre, nativo de Georgia, Estados Unidos, y participó en la Guerra de Vietnam y mientras estaba siendo atendido en la unidad de cuidados paliativos en el centro médico de Virginia pidió a sus cuidadores que por favor le concedieran su última voluntad.
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Greg Senters, el cuidador principal del veterano, fue el encargado de intentar cumplir su deseo a toda costa. Senters ayudó al veterano a planear su último viaje de pesca y compró todo el equipo que necesitaría para poder disfrutar de su día tranquilo llevando a cabo su hobby favorito. Cuando todo estuvo preparado se llevó a Wilhite a un pequeño lago situado detrás del centro médico y comenzó la aventura.
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No había ninguna garantía de que Willhite pudiera coger ningún pez ese día, pero él no se detuvo. "Se llama pesca, no se llama captura. Así que le dije que no podíamos atrapar nada, pero dijo que no importaba ", explicó el cuidador. "Dijo que simplemente estar ahí fuera haciendo esto era igual de bueno."
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Senters dijo que en aquellas preciosas horas de pesca "el cáncer y todo lo demás se fue, y lo único que se veía eran esos preciosos momentos de alguien que realmente disfruta de la vida". El momento se hizo aún más dulce cuando Willhite consiguió pescar un pequeño pez, completando su deseo final a la perfección.
Lisa Kittrill, la prima de Willhite, dijo que el veterano de Vietnam era una luz indispensable en su familia y estaba muy agradecida a sus cuidadores por hacer que sus últimos días estuvieran llenos de diversión y cumpliese su último deseo.
Después de una larga y satisfactoria vida, Connie Willhite murió pacíficamente el 29 de agosto. DEP.
