En 1997, un hombre llamado David compró un gatito negro, sin saber que un día se le pondría la piel con manchas blancas. Su dueño recuerda el momento en que conoció al gato así: «Scrappy estaba sentado solo y, aunque era bonito, no pensaba que otros lo consideraran tan adorable como sus hermanos. Tomé la decisión de coger a Scrappy, ya que sabía que sería el último en ser comprado, si es que alguien lo llegaría a comprar…», dijo David.
El pelaje del gato comenzó a ponerse blanco cuando tenía 7 años. Muy probablemente, fuera debido al vitiligo, una condición de la piel que es extremadamente rara en los gatos. Esto no afecta a la salud del gato, y con 19 años, sigue siendo feliz, sano y muy juguetón!
El propietario añadió: «No es el mejor gato para sacarle fotos ya que la mayoría de las veces mira hacia otro lado o se aleja… También puede ser bastante gruñón.» Sin embargo, el tipo adora a su mascota y dice que Scrappy es muy cariñoso con él. David es la única persona que consigue rascar el vientre de Scrappy, y, viendo cómo es de hermoso el gato gruñón del «dios nórdico», ¡no podría estar más celoso!