Mantener el horno limpio es muy importante, porque los restos quemados que se quedan pueden liberar sustancias cancerígenas. La mayoría de los limpiadores de horno comerciales contienen una gran cantidad de químicos; y cuando entran en contacto con la piel, pueden ser perjudiciales.
Los limpiadores comunes suelen llevar lejía y amoniaco, que además de dañar la piel al entrar en contacto con ella, el gas puede entrar fácilmente hacia los pulmones. Y lo peor es que, incluso una vez que hayamos terminado de limpiar el horno, esos gases permanecen. Y todo lo que cocinemos se va a contaminar con ellos.
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Hay productos tan tóxicos que pueden provocar dolor de garganta, ardor en la nariz, ojos, orejas, labios o lengua, e incluso afectar a la visión. El estómago y el intestino también pueden verse afectados; y la piel puede llegar a sufrir graves quemaduras.
Ciertos ingrediente específicos son conocidos por causar problemas graves, como la monoetanolamina, éteres de glicol y alquil fenol etoxilatos. Otros ingredientes a tener en cuenta son el butano, el éter monobutílico de dietilenglicol, monoetanolamina y, como hemos comentado antes, el hidróxido de sodio (lejía).
Hay hornos que vienen con auto-limpieza, lo que puede ayudar a evitar estos químicos. Pero aún así hay que tener cuidado cuando usemos esta función, ya que puede producir monóxido de carbono. Lo ideal es salir de casa durante el ciclo de auto-limpieza, ya que durante el proceso se liberan gases que pueden causar síntomas parecidos a la gripe y dificultades para respirar.
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Limpiador casero de horno
Tiempo total:3 minutos Ingredientes:
- 2 cucharadas de jabón natural
- 250 gr. de bicarbonato sódico
- 6 gotas de aceite esencial de naranja (opcional)
- 50 ml. de vinagre blanco orgánico o vinagre de manzana
- agua
- Tazón de vidrio
- Brocha de pastelería
- Esponja para fregar
- Cuchara
- Guantes
Coloca jabón natural y bicarbonato de sodio en un recipiente y mézclalo. El bicarbonato de sodio ofrece una textura abrasiva que ayuda a eliminar los restos de alimentos del horno.
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A continuación agrega vinagre y aceite esencial de naranja y mézclalo, añádele agua hasta conseguir una consistencia espesa, similar a una pasta. El vinagre es antibacteriano. El aceite esencial de naranja le da un agradable aroma, pero también antibacteriano y contiene potentes compuestos antimicrobianos llamados terpenos.
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Usando la brocha de pastelería, recubre toda la superficie con la mezcla. Déjalo reposar durante aproximadamente 6-8 horas o incluso durante toda la noche.
Una vez que haya hecho su trabajo, es hora de limpiarlo. Usa un recipiente lleno de agua, coge una esponja y guantes y comienza a limpiar la superficie del horno. Puede que tengas que cambiar el agua varias veces.
