Las calorías las podríamos definir como la cantidad de energía que necesita nuestro cuerpo para poder rendir al día.
En función de nuestro físico y estado de salud, necesitamos una cantidad mínima de calorías. Si la sobrepasamos es donde empiezan los problemas de salud.
Si eres de los que mira a conciencia las etiquetas de los productos para consumir el menor número de calorías posible y perder peso puede que tengas que mirarlas con otros ojos a partir de ahora.
¿Están equivocadas las etiquetas nutricionales de los productos?
David Baer, nutricionista del Departamento de Agricultura de EEUU, ha publicado un estudio en el que pone en duda la cantidad de calorías que realmente nos aportan ciertos productos a nuestro cuerpo.
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El estudio, se centra en aquellos que nos aportan calorías más complejas, como los frutos secos, las carnes y los alimentos ricos en fibra.
Según este, ciertos alimentos nos aportan un número definido de calorías, pero cuando llegan a nuestro organismo, existe un pequeño porcentaje de ese número que expulsamos.
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El químico Willbur Olin Atwater, quien asoció el término caloría a la nutrición, creó la primera tabla calórica de la historia, analizando el contenido calórico de más de 500 alimentos.
Su intención era la de crear una tabla que nos permitiera conocer que cantidad de energía consumimos para de esta forma comer más sano y cuidarnos más.
Aquí está la diferencia: Atwater acertó al definir los carbohidratos, ya que nos aportan unas determinadas calorías que consumimos de forma completa, pero se pudo haber equivocado en cierta medida en los productos mencionados anteriormente.
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De confirmarse esta teoría, supondría un cambio de todas las etiquetas de los productos que tuvieran mal las calorías ya que realmente nos aportarían menos cantidad de la que muestran.
Por ejemplo, si un trozo de ternera nos aportaba 100 kcal, con el nuevo estudio se demostraría que realmente nos aporta 75 kcal aproximadamente.
