Un mes después del nacimiento de su hija, su novia y la madre de su hijo los abandonó y se fue con su mejor amigo. Frente a esta dura lección de vida, el hombre, que tenía síndrome de Asperger tenía que decidir si dar o no a la pequeña en adopción. La decisión que tomó le cambió la vida para siempre.
"Toda mi vida he estado luchando contra las emociones, las relaciones de amistad, las expresiones faciales..., y como la mayoría de los que sufrimos esta enfermedad, aunque estas cosas están presentes en nuestras vidas, no siempre son fáciles de entender o desarrollar. Faith (mi hija) cambió mi vida; fue la primera y la única vez que entendí lo que era el amor.
Recuerdo el embarazo: un bulto, simplemente un bulto en el cuerpo de mi ex novia. Nada más y nada menos. Yo no había visto al bebé; cierto es que estaba más preocupado por los cambios en mi rutina de seguridad que en que pronto iba a haber una nueva incorporación a mi vida.
Pexels
Y todo empezó: las compras para el bebé; ropa para el bulto, compramos la cuna y a veces me quedaba mirándola, intentando imaginar, pero tengo que decir que a pesar de estar en una condición que se supone debe hacerme más imaginativo que el resto, yo no tenía suerte... Veía mi vida totalmente fuera de control, puedes imaginar el shock en el que me encontraba.
Pixabay
Pero llegó el día. Las contracciones empezaron.
Estaba preparado para recibir el bulto; cogí la bolsa que ya tenía preparada para irnos al hospital y nos pusimos en camino. Iba a ser papá... ¡Padre!
14 horas gritando, las deslumbrante luces del hospital, las enfermeras hablando de algo que sonaba a un idioma extranjero, el olor a hospital que me pone malo... Estaba estresado, no quería perderme ni un solo detalle, pero mis sentidos iban a explotar...
Y después silencio...
La enfermera sacó de debajo de la manta ensangrentada al bebé; no existía nada más. Parecía como si la preciosa bebé hubiera aparecido a cámara lenta. Toda la negatividad desapareció de mi cuerpo. Uno de los pocos momentos en los que mi cerebro se paralizó. No podía dejar de mirarla. ¡Era mía! Yo la hice. A partir de ese momento ¡me llené de emoción! ¡Amor! ¡Esperanza! ¡Era papá! ¡Me sentía el hombre más orgulloso de la tierra!
Maxpixel
Poco después, tal vez un mes, descubrí que Hannah (mi novia) estaba saliendo con mi mejor amigo y me abandonó para irse con él y dejaba a Faith conmigo.
Fue difícil. ¿Qué iba a hacer? Mi princesa Faith abandonada con un idiota (Yo) que odiaba quien era y lo que tenía. Mis padres me dijeron que la diera en adopción, lo más amable que dijeron, pero pensándolo, tumbado en el sofá solo con mi pequeña entre mis brazos, me miró y me agarró el dedo meñique: "nunca te dejaré ir" le dije.
Dejé mis dos puestos de trabajo al día siguiente, pedí una ayuda. ¡Iba a hacerlo! ¡Éramos Faith y yo contra el mundo! Y lo conseguimos, fue muy duro criar solo a un niño teniendo síndrome de Asperger, probablemente lo más duro que voy a hacer o experimentar en mi vida...
Pixabay
El llanto me resultaba insoportable, mis problemas sensoriales estaban siempre al borde, mi depresión empeoró... No podía dormir,ni comer. ¡Mi único objetivo era cuidar de mi hija! ¡Ella dependía de mi! Había momentos en que cuando se dormía gritaba solo en mi cama. Me encerraba en el cuarto de baño y lloraba completamente vestido en la bañera hasta que me quedaba dormido.
Teniendo síndrome de Asperger se necesita descansar. No tenía apoyo y ninguna seguridad. Este bebé era mi trabajo, mi propósito. La única diferencia es que no regresaba a casa del trabajo. Ella estaba allí cuando dormía y cuando despertaba. Incluso ir al baño era difícil. Pero, ¿sabes qué? Usé la lógica. ¡El mayor aliado de alguien con síndrome de Asperger!¡Los bebés adoran la rutina! Así que cena y baño a las 6 y caíamos rendidos, y dormía toda la noche del tirón. Un cuento antes de ir a dormir, un beso de buenas noches y un 'Te quiero'.
Public Domain Pictures
Con el tiempo se fue haciendo más fácil. Tomé el control de la situación, ya no tenía miedo. Ella siempre será la niña de papá, siempre será mi princesa. He aprendido a hacerle peinados, vestirla, ¡hasta ir de compras juntos! Me habla de sus miedos, de lo que le gusta, hasta tenemos noches de cine.
Nunca seré un padre perfecto, pero lo intento con todas mis fuerzas. La quiero con toda mi alma y ella me quiere; Faith me enseñó lo que es el amor incondicional.
¡Estará conmigo para siempre! Tengo un nuevo trabajo. Fui a la Universidad mientras ella iba a la guardería, ¡las cosas no han hecho nada más que mejorar!"
Pixabay
Este hombre es un ejemplo de lucha para todos los padres solteros que tienen que cuidar solos de sus hijos. Aunque parezca insoportable a veces, ¡la lucha merece la pena!
