Un trabajador de la construcción llamado Jason Haney pensó que sería bueno hacer algo para animar a los niños del hospital que había al lado de su trabajo. Su idea era absolutamente brillante.
Haney, con la ayuda de su hija, creó una réplica de Wally (¿Dónde está Wally?) de 2,5 metros de altura y lo esconde en un sitio distinto todos los días para que los niños del Hospital de South Bend lo busquen. La idea fue un éxito. Una vez que avisan a Haney de que los niños han encontrado a Wally, lo colocan en un lugar diferente, y los niños, a buscarlo de nuevo. ¡Incluso ha creado un grupo de Facebook para que los niños publiquen sus hallazgos! ¿La mejor parte? ¡Haney y su hija ya están trabajando en cortar «esbirros» para su próximo proyecto!