La población de manatíes se ha visto aumentada en un 500% desde el año 1991. Este hecho se debe principalmente a que hay gente que dedica su vida a proteger a esta especie.
A pesar del crecimiento de su población aún se encuentra en peligro, ya que cientos de ellos mueren a causa de la caza, y la prueba está en sus propios cuerpos.
Se han descubierto numerosos ejemplares de manatíes con laceraciones en sus cuerpos. Estas heridas provocan la muerte de numerosos ejemplares.
En el año 2016 tan sólo quedaban 104 manatíes en todo el mundo, por lo que es muy importante protegerlos para preservar su especie.
Save The Manatee Club
Los manatíes es una especie que sigue en peligro no solo por los pocos ejemplares que habitan en el planeta, sino porque muchos de ellos son víctimas de la actividad humana.
Estas peculiares heridas que vemos en sus cuerpos se producen en su mayoría por los barcos a motor.
Save The Manatee Club
Los manatíes no son animales que se muevan a gran velocidad y al ser mamíferos necesitan subir cada cierto tiempo a la superficie para respirar, lo que hace aumenta la probabilidad de cruzarse en su camino con un barco de este tipo.
Save The Manatee Club
Para prevenir que siga ocurriendo esto, se han impuesto leyes que regulan la velocidad de las embarcaciones en las zonas donde se tiene consciencia que habitan los manatíes.
Sin embargo, esta medida no parece ser suficiente para impedir que tantos manatíes sigan falleciendo cada año.
Save The Manatee Club
El problema se multiplica cuando tienen crías, ya que son incapaces de vivir sin su madre y en caso de que le ocurriera algo a ella la cría estaría también sentenciada. De acuerdo con el Save The Manatee Club, el 90% de la población de manatíes tiene estas heridas.
Necesitamos aprender que hay muchas otras especies de animales y plantas a nuestro alrededor y que podemos causar mucho daño casi sin darnos cuenta. Es hora de empezar a cuidar el medio ambiente y todas las especies que viven en él si no queremos acabar con la fauna y flora de nuestro planeta.
