Claire Crowthers, con 31 años, solía pesar 90 kilogramos. Trabajaba como matrona asistiendo el parto de otras mujeres, y su horario tan irregular le obligó a tener que empezar comida basura y todo tipo de precocinados a distintas horas del día. Perdió totalmente el control de su dieta hasta que ya no era capaz de mirarse más en el espejo. Dejó de gustarse a sí misma.
Un día, su novio le propuso matrimonio, pero para su sorpresa, ella le rechazó. Dijo que no quería caminar al altar y casarse pareciendo una "novia gorda". Y en ese momento Claire decidió que tenía que comenzar una vida saludable de una vez por todas.
Una imagen de cómo estaban Claire y su novio al comienzo de su nuevo reto.
Claire se unió a clases de gimnasia y perdió 25 kilogramos en 10 meses, pero todavía seguía sin ser suficiente para ella. Empezó a ir al gimnasio con su novio, que la apoyó y ayudó durante toda esta travesía. Él comenzó también una dieta y hacía ejercicio junto a ella.
Esta vez, Claire había perdido 12 kilos más. Ella comentaba que por fin se sentía una mujer segura de sí misma y que se gustaba cuando se miraba en el espejo.
Unos meses después, Claire y Stephen por fin decidieron dar el gran paso para contraer matrimonio.
"El apoyo de mi marido fue esencial en el éxito de este reto tan difícil que me propuse para poder perder peso, trabajar juntos en un objetivo común fue realmente increíble", decía Claire.
Claire en el día de su boda con su marido Stephen y su hija Molly.
Nunca me permito aburrirme de esto, y siempre trato de mejorarme a mi misma.
Estamos sorprendidos con el duro esfuerzo de Claire y su gran entusiasmo por cambiar.
