Cualquier padre que tenga una hija teme ciertas cosas… Creo que todos estaremos de acuerdo en ello. De todos modos, a pesar del hecho de que la mayoría prefiere que estas cosas lleguen más tarde que temprano, la vida dicta que todo esto al final acabará llegando. Así que simplemente nos queda esperar y rezar para que no nos pille atrapados en medio de un coche, que es justo lo que le ocurrió a este padre cuando recogió a su hija pequeña del colegio…
Como haría cualquier padre, le preguntó a su hija qué había aprendido ese día en el colegio. Ya que todavía estaba en la escuela primaria, asumió que le contaría alguna bonita historia sobre los valores de compartir las cosas con los demás, o algo por el estilo. Sin embargo, ya sabéis lo que suele pasar…
Su hija pequeña, muy ilusionada y nerviosa no podía esperar a contarle lo que había aprendido ese día.
«Hoy», dijo orgullosa «¡hemos aprendido que los chicos son distintos de las chicas!»
Mirando a través del espejo retrovisor del coche, el padre sólo podía ver el pelo de su hija – todavía era muy pequeña.
«Mi profesora dijo que los chicos tienen una cosa que las chicas no tienen», continuó contando.
«Ah… sí, bueno, es verdad», le dijo su padre, un poco intimidado. Incapaz de pensar en nada más que decir, dejó que el coche avanzara en silencio en medio de su ansiedad… y entonces su hija empezó a hablar de nuevo.
«Mira, así es como las niñas saben que los niños son niños» decía. «Ellas pueden ver que tienen esa cosita que les cuelga y dicen: ¡Es un niño!»
Mientras ella estaba diciendo todo esto, su padre estaba calculando frenéticamente en su cabeza cuánto tiempo quedaba para llegar a casa. Su conclusión: ¡una eternidad!
«¿Y sabías que a los niños se les hincha cuando ven a una chica?» preguntó, inocentemente.
En este punto, las manos del padre empezaron a sudar, manchando el volante del coche.
«Yo, eh, mmm.. esto…», balbuceó, tratando desesperadamente de pensar en algo, cualquier cosa para cambiar de tema.
Y entonces, ella soltó la bomba.