Kristian y Fabian eran novios desde que estaban en el instituto. Comenzaron su relación cuando ella estaba en 2º de secundaria y finalmente sellaron su amor en noviembre del año pasado con una preciosa boda.
rel="nofollow noopener noreferrer">Facebook / Kristian Guerrero
La pareja estaba esperando felizmente a su primer hijo hasta que la tragedia les golpeó en el peor momento.
Circulaban en su coche por la carretera estatal 21 en San Marcos, Texas, cuando se vieron involucrados en un accidente de tráfico horrible provocado por un conductor presuntamente ebrio. Tanto Fabian, de 23 años como su hijo que aún no había nacido fallecieron en el acto.
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Mientras, Kristian, de 24 años, se quedó con el corazón roto por la pérdida de su familia.
Kristian y la madre de Fabian han querido compartir la historia con todo el mundo para pedir por favor que no se beba alcohol antes de conducir. Su objetivo es salvar tantas vidas como sea posible, y evitar que otras personas corran la misma mala suerte que ella y su familia.
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Por ello Kristian escribió esto en su muro de Facebook:
"Esta soy yo intentando tener a mi hijo. Esto es lo que es tener un parto inducido durante 24 horas después de haber sobrevivido a un accidente de coche que mató a mi marido y a mi hijo. Todo porque alguien pensó que estaba bien emborracharse y conducir. Eso no está bien. Está bien prohibir a un amigo que conduzca, está bien quitarle las llaves a alguien cuando muestran signos de haber bebido.
Y está bien coger el teléfono y llamar a alguien para que venga a buscarte si te sientes mareado. No es un signo de debilidad. Es un signo de madurez y sinceridad con uno mismo y saber las consecuencias de conducir borracho superan cualquier tipo de vergüenza que puedas sentir al admitir que estás demasiado borracho para conducir."
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"Lo que no está bien es pasar el resto de tu vida sintiéndote culpable por haberle robado la vida de alguien y por haberle quitado la vida a alguien que aún no había tenido la oportunidad de estar en este mundo. No vale la pena. No bebas y conduzcas. No arriesgues tu libertad. No solo estás poniendo tu vida en peligro sino también la del resto de personas que circulan por la carretera.
Yo podría haber muerto el 2 de agosto, pero Dios tenía otros planes. Me dejó atrás para luchar por mi marido y mi hijo. Y continuaré compartiendo esta historia hasta el día en que muera con la esperanza de que prevenga a cualquier persona de este sufrimiento con el que yo camino cada día. Me niego a dejar que mi marido y mi hijo muriesen en vano".
