Las tormentos de verano son, en muchas ocasiones, todo un espectáculo. Casi todas las tardes, las enormes nubes empiezan a acumularse en el horizonte, el viento comienza a soplar y el cielo se asemeja a la atmósfera que nos encontramos en un baño turco. Justo cuando el aire parece que está a punto de estallar, los rayos aparecen y comienza una lluvia torrencial.
Hace aproximadamente un año, una tormenta eléctrica se desató sobre Sydney. Los residentes de la zona de alrededor hicieron algunas instantáneas realmente espectaculares de la madre naturaleza mostrándonos uno de sus peores lados… pero sin duda el más hermoso.
En las siguientes fotografías puedes ver por ti mismo lo que la madre naturaleza es capaz de provocar en tan solo unas horas.
Aunque hermosa, la tormenta desató el caos en Sydney.
Durante la tormenta, cayeron bolas de granizo del tamaño de una pelota de golf, lo que causó que muchos vuelos se cancelaran, además de serias inundaciones.