Las focas son algunos de los animales que más le gustan a las personas. Puede ser por su aspecto amigable o quizás porque suelen ser bastante divertidas, el caso es que a todo el mundo parece encantarles estos animales.
Todos conocemos cómo son, bastante grandes, con cola y aletas y de color negro ¿verdad? Bueno, al menos la mayoría de las focas que conocíamos hasta ahora tenían esta descripción pero lo que te vamos a enseñar cambiará tu concepto de las focas para siempre.
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El pasado agosto, una expedición de científicos encontró en la Península de Long Beach en Washington State una foca muy peculiar ya que era negra con grandes rayas blancas.
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En realidad, estas focas no son un descubrimiento nuevo, ya que se sabe de su existencia desde hace años, pero normalmente viven en los océanos muy lejos de las zonas de costa o tierra y apenas se acercan a ellas, por lo que es muy raro encontrarlas.
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La última vez que se encontró una foca con estas características fue en el año 2012, cuando una de estas focas apareció por sorpresa en la costa de Seattle; pero desde entonces nadie ha sido capaz de encontrar ninguna, ni siquiera en las aguas del Antártico donde viven la mayoría.
Son muy fáciles de identificar ya que sus rayas y manchas son muy características. La mayoría de ellas tienen un anillo blanco en su cuello y en la cola además de varios patrones circulares por el cuerpo.
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Viven entre Alaska y Rusia y raramente se acercan a tierra firme y aunque lo hagan es muy difícil verlas por lo que aún son un misterio para la mayoría de científicos y personas.
Por ejemplo, se sabe que este tipo de focas tienen en su garganta una bolsa de aire pero no se sabe la razón o para qué la utilizan.
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Otra peculiaridad que tienen es que estas focas tienen a sus crías en trozos de hielo sobre el océano al contrario del resto que lo hacen en tierra firme. Las crías no tienen las características rayas blancas sino que son manchas al estilo camuflaje para confundirse con la nieve.
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Estas focas nos recuerdan lo mucho que nos queda por descubrir de nuestro propio planeta.
