Roseanne Smith es una peluquera de 54 años de edad residente en Plano, Texas. Tenía 18 años cuando una mañana despertó y vio que su pie derecho tenía un aspecto horrible. Se había hinchado hasta el punto de que no podía ni verse los dedos. Los médicos no entendían nada, Roseanne no tenía síntomas de ningún tipo y no encontraban la causa de la hinchazón.
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A pesar de que su pierna derecha seguía hinchándose cada día más, la izquierda seguía igual de delgada. Esto no solo le causó molestias físicas y redujo su movilidad, sino que también arruinó la vida personal de Roseanne.
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Roseanne sufrió bullying, la ridiculizaron y se burlaron de ella. Las personas se quedaban mirándola por la calle y los chicos no querían saber nada de ella. Debido a todo esto, se volvió muy insegura y su autoestima estaba por los suelos.
Los médicos seguían sin averiguar lo que le pasaba a Roseanne, hasta que un día leyó un artículo en un periódico sobro una bailarina a la que le pasó lo mismo.
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Eso sucedió a mediados de los años 80 y finalmente permitió que los médicos le diagnosticasen linfedema.
El linfedema es una enfermedad incurable que se caracteriza por la acumulación de fluidos linfáticos en brazos, piernas, cara o manos, haciendo que se hinche en proporciones desorbitadas.
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Esta enfermedad hizo que Roseanne tuviese problemas para caminar e incluso para permanecer quieta. Obviamente la obligó a renovar su armario por completo y a comprar ropa donde cupiese su pierna.
Roseanne pasó sus 20 y sus 30 aislada del mundo. No quería salir a la calle y, cuando salía, lo hacía lo suficientemente tapada como para que no se viese nada de su pierna.
"A todos los sitios que iba veía a la gente mirándome, susurrando y haciendo comentarios crueles. Me llamaban 'la chica de la pierna grande', lo que me hizo sentirme muy insegura y acomplejada".
En los Estados Unidos, el linfedema afecta a más de 121.000 personas. Si no se trata, esta afección puede conducir a infecciones graves, amputaciones e incluso a la muerte.
Después de casi dos años de recaudación de fondos para un nuevo tipo de tratamiento, Roseanne voló a Corea del Sur para visitar al Dr. Shim. En abril de 2016, le drenaron unos 30 litros de líquido y reiniciaron su sistema linfático. Ahora recibe inyecciones mensuales, lo que ha hecho que su pierna se reduzca a la mitad de su tamaño.
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Por primera vez en más de dos décadas, Roseanne es capaz de caminar sin arrastrar la pierna, y espera con ansias que pronto vuelva a su tamaño normal.
