¿No te ha pasado alguna vez que te has dado cuenta que estabas hablando contigo mismo? ¿Te has puesto colorado cuando has notado que la gente se te quedaba mirando, señalándote como si estuvieras loco porque estabas hablando solo? Pues ya no tienes motivo para avergonzarte nunca más. Puede ser que lo hagas porque seas un genio.
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Seguramente te estés preguntando, ¿pero, no están locos los que hablan consigo mismo? Pues parecer ser que no, que esto es un estigma negativo que ha creado la sociedad.
Resulta que puede ser un signo de que eres un genio.
Varios estudios demuestran que hablar con uno mismo puede hacerte aprender más rápido, pensar de forma más eficiente y estimular la memoria a largo plazo.
Un estudio, publicado por el Quarterly Journal of Experimental Psychology, explica que la estimulación verbal cambia el proceso perceptivo en curso. Esto significa que hablar con uno mismo, especialmente si se repite el nombre de un objeto, ayuda a los participantes del estudio a ser más receptivos ante el objeto que están pronunciando en voz alta, haciendo que sea más sencillo encontrar el objeto si lo estamos buscando.
Muchos expertos y estudios han realizado investigaciones sobre cuáles son las ventajas de hablar con uno mismo. Y estas son las principales, todas respaldadas por la ciencia.
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En un experimento realizado por Live Science demuestra que los sujetos que repiten el nombre de objetos, no solo los encuentran de manera más fácil, sino que además tienen mejor memoria y mejoran las habilidades de memorización. Decir algo en voz alta para uno mismo consolida lo que estás haciendo y hace más sencillo que tu cuerpo lo entienda.
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Los bebés y los niños pequeños necesitan oír sus propias voces cuando van creciendo, "un discurso hacia uno mismo que ayuda a los niños a guiar su comportamiento... a veces diciéndose a ellos mismos paso a paso las tareas que tienen que hacer".
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Hablar con uno mismo ayuda a validar las decisiones importantes, según la psicóloga Linda Sapadin. Hablando en voz alta, priorizamos tareas y ordenamos nuestra mente. Además, oír los problemas de uno mismo ayuda a calmar los nervios, en lugar de tenerlos dando vueltas en la cabeza.
Magique
Repetir algo en voz alta, especialmente tus metas, ayuda a a fortalecer y focalizar tu atención, a la vez que se eliminan las distracciones. Repetir cada uno de los pasos, te ayudará a hacerlos más individual y claros, en vez de mezclarlos todos en la cabeza. Al decirlos en voz alta y escucharlos, tu cerebro se condiciona mentalmente y pondrá más esfuerzo en conseguirlos.
A partir de ahora, ya sabes, no dejes que nadie te llame loco por hablar contigo mismo, ¡eres todo un genio!
¡Y no dudes en compartirlo con tus familiares y amigos! Fuente: Shareably Imagen de portada: Pixabay
