Un día normal una joven chica estaba conduciendo junto a su padre. Cuando iban de camino a casa se encontraron con una gran tormenta y la joven le preguntó a su padre qué debía hacer en esa situación. Su padre muy seguro de sí mismo le respondió que simplemente siguiera conduciendo...
Fotografía por: pato_garza
Los demás coches comenzaron a parar en el arcén de la carretera porque la tormenta cada vez iba a peor, así que la chica decidió volver a preguntarle a su padre qué debía hacer en esa situación. La respuesta de su padre volvió a ser la misma y era muy clara 'sigue conduciendo'.
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Después de un par de kilómetros la chica se dio cuenta de que los coches todoterreno y algunos camiones también estaban parando a un lado de la carretera. Esta vez no le preguntó a su padre qué debía hacer sino que le dijo que no veía nada por culpa de la lluvia y que debía parar ya que todo el mundo lo estaba haciendo.
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Su padre le dijo tranquilamente 'no te rindas, sigue conduciendo'.
La tormenta era horrible pero ella no paró de conducir en ningún momento, y tras varios kilómetros más por fin se veía mejor. Diez minutos después alcanzaron por fin el final de la tormenta, ya no llovía, el suelo estaba seco y el sol brillaba en el cielo. En ese momento su padre le dijo 'Ahora puedes parar el coche y salir'.
La chica confusa le preguntó a su padre '¿Por qué ahora?'
Su padre decidió que era momento de enseñarle una lección 'Cuando salgas del coche mira atrás y verás a la gente que se rindió y está todavía en mitad de la tormenta, tú nunca te rendiste y la has superado'.
Todos somos humanos y podemos tener impulsos sobre rendirnos pero no te olvides de seguir luchando siempre por lo que quieres.
