El 30 de abril de 1994, una madre tuvo que tomar una decisión muy difícil: abandonar a su bebé en una cabina telefónica en Londres tan sólo dos horas después de su nacimiento. La madre asustada, había llamado a las autoridades desde la cabina telefónica pidiendo que acudiesen al lugar tan pronto como fuese posible antes de dejar a su hija, Kiran Sheikh, completamente sola. Luego, se dio a la fuga, pero las autoridades nunca acudieron.
Un hombre llamado Joe Campbell, sin embargo, lo hizo. De inmediato supo que tenía que hacer algo. Después de llevar al bebé al hospital, Campbell preguntó si sería posible adoptar a la niña. Sintió una conexión inmediata con ella tan pronto como puso sus ojos en ella, y supo que había salvado la vida del bebé.
Sin embargo, la respuesta fue que no. Le preguntó si podía enviarle regalos, y la solicitud fue denegada. También preguntó si al menos podía seguir su crecimiento en los últimos años. ¿La respuesta? Otra vez un No.
Veintidós años más tarde, la chica echó un vistazo a sus registros de adopción, y sabía que tenía que encontrar a este hombre tan especial que la había salvado. En cuanto a ellos dos se refiere, son familia...
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La madre la envolvió momentos después de su nacimiento y trató de dejarla en manos de quien ella pensaba que era una organización benéfica local.
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Pero aunque esa organización nunca apareció, Joe Campbell sí que lo hizo.
Inmediatamente sintió una conexión con esta pequeña, y se aseguró de que ella llegase al hospital con la esperanza de que estuviese bien. Era tan pequeña e indefensa.
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Quería adoptarla, pero las autoridades no se lo permitieron.
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Le enviaba regalos y tarjetas durante un par de años antes que los servicios sociales le exigieron que parase. Su corazón estaba completamente roto.
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Pero cuando Sheikh finalmente descubrió que aquel hombre la salvó, fue el mejor día de la vida de Campbell.
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Campbell, ahora de 52 años, dice que ese día tan especial fue el mejor de su vida.
