Primero fueron los discos de vinilo, luego las cintas de cassette, y después aparecieron los CDs. No fue hace mucho tiempo cuando los CDs eran lo más avanzado que se podía conseguir como formato de música.
Recuerdo escuchar mi reproductor de CD portátil en el autobús pensando que yo era el niño más moderno del mundo. Y casi sin darnos cuenta, sólo unos pocos años más tarde, los CDs estarían casi obsoletos.
Se puede debatir si la calidad del sonido es mejor o peor, pero hay que afrontar el hecho de que la música digital está aquí para quedarse – al menos por ahora.
Por desgracia, esto deja a muchos de nosotros con una enorme pila de CDs que en realidad no tienen mucho más uso. Ocupan una gran cantidad de espacio en el armario, pero si eres como yo, que simplemente no puedes deshacerse de ellos. ¿Entonces qué haces? Por suerte, tenemos la solución perfecta.
Este ingenioso proyecto sólo requiere unos pocos materiales y se puede hacer con relativa facilidad. El resultado es una pieza impresionante y única de arte para la pared que te hará enamorarte de nuevo de los CD.