El Síndrome de Procusto explica por qué odiamos a las personas mejores que nosotros

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Seguro que si hablamos de ese tipo de personas que no avanzan ni dejan avanzar, que menosprecian a aquellos que tienen más talento o más habilidades que ellos y las discriminan, se te viene algún nombre a la cabeza. Pues aunque pensaras que simplemente se trataba de envidia, esas personas padecen el Síndrome de Procusto.

Síndrome de Procusto: ¿Por qué odiamos a quiénes destacan?

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Nuestra sociedad es cada vez más competitiva, tanto a nivel laboral como en otros aspectos. Cada vez se nos exige que seamos más originales, más creativos y más eficientes. Sin embargo, también se busca cada vez mayor uniformidad, lo que hace que se desprecie a cualquier que sobresale.

El mito de Procusto

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Zaqarbal /

En la mitología griega, Procusto tenía una posada en las colinas de Ática que ofrecía alojamiento a viajeros solitarios. Allí los invitaba a tumbarse, y mientras el huésped dormía, lo amordazaba y lo ataba. Además, si la víctima era más larga que la cama, serraba las partes del cuerpo que sobresalían. Si por el contrario, era más bajito, lo descoyuntaba a martillazos hasta estirarlo.

Procusto continuó con su reinado de terror hasta que se encontró con el héroe Teseo, quien invirtió el juego y retó a Procusto a comprobar si su propio cuerpo encajaba con el tamaño de la cama. Cuando el posadero se tumbó, Teseo lo amordazó y lo ató a la cama y, allí, lo torturó para “ajustarlo” como él hacía a los viajeros.

El lecho de Procusto

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wikimedia
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La literatura universal ha utilizado frecuentemente esta figura desde la antigua Grecia, aplicándola a diferentes entornos como la familia, la empresa, la política,...

Procusto se ha convertido en un sinónimo de uniformidad, y su síndrome define la intolerancia a la diferencia.

¿Qué es el síndrome de Procusto?

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El denominado síndrome de Procusto hace referencia a aquellas personas que rechazan a quienes tienen características diferentes a las propias, por medio a ser superados o cuestionados.

De este modo se establecen actitudes de discriminación e incluso de acoso a la persona que destacada, y se le considera una amenaza. Se ignoran sus ideas y se critican sus intentos de creatividad.

¿Qué personas lo sufren?

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Muchas de las personas que muestran actitudes discriminatorias o cualquier tipo de acoso padecen el Síndrome de Procusto. Sienten amenazada su posición y por tanto, presionan a los de su alrededor para que haya homogeneidad en el ambiente, criticando su creatividad y poniéndole límites.

Este síndrome lo manifiestan tanto personas con un autoestima exagerada, que se siente superiores al resto, como personas inseguras, que consideran tener menos capacidades que los demás. Lo normal es que además tengan un alto nivel de frustración y poca sensación de control.

Las que se sienten superiores suelen tratar de forma agresiva a quienes destacan, discriminándolas; mientras que las más inseguras creen que su punto de vista es el correcto, y los demás deben adaptarse a él.

¿Cómo detectarlo?

El síndrome de Procusto puede darse en cualquier ámbito, pero quizás en el que sea más común es en el laboral. En el trabajo, las personas con este síndrome tratarán de perjudicar a las personas que sobresalen, apropiándose de sus méritos, extendiendo rumores para descreditarlo o desvalorando sus aportaciones.

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Esto puede suponer un grave problema para la empresa, ya que merma el desarrollo de las capacidades de los empleados más brillantes y desaprovecha los recursos, además de generar tensiones y complicar el trabajo en equipo.

Consecuencias

  • Generan un clima de tensión y estrés
  • Fuerza las circunstancias para ajustarlas a sus cánones
  • Anteponen su visión personal o sus intereses al rendimiento y la eficacia
  • No asignan tareas a quienes mejor las hacen
  • Exigen niveles de calidad y perfección que ni ellos pueden alcanzar

¿Habías oído hablar del Síndrome de Procusto? ¿Qué te parece? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!

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Fuente: psicologiaymente / muhimu / ticbeat / grandespymes / lamenteesmaravillosa
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