Después de vivir con escoliosis durante décadas, el yoga le cambió la vida

Después de vivir con escoliosis durante décadas, el yoga le cambió la vida

  • Compártelo en redes
 banner
Enlace patrocinado

Anna Pesce, una anciana residente en Orangeburg, Nueva York, llevaba años acostumbrada a vivir con un dolor crónico. Tenía escoliosis y vivió durante décadas encorvada. Su postura se vio tan afectada que su movilidad era muy reducida y tuvo que verse relegada a una silla de ruedas.

Enlace patrocinado

Los médicos pensaban que no volvería a ser capaz de caminar jamás. Pero, a sus 85 años, Anna no estaba dispuesta a darse por vencida y decidió darle un vuelco de 180º a su vida.

Stephen Yang

Con una hernia discal, escoliosis y osteoporosis, Anna sufría un dolor constante y ya no era capaz de hacer sus tareas diarias. Ni siquiera podía subir y bajar las escaleras, tenía que hacerlo a cuatro patas si le era muy necesario.

Visitó a innumerables médicos, quiroprácticos, acupunturistas y especialistas de espalda para tratar de encontrar una solución a su problema. Sin embargo, nada de lo que intentaba le ayudaba a soportar el dolor diario.

{keyword}
Stephen Yang
Enlace patrocinado

Finalmente, Anna conoció a la especialista en escoliosis, Rachel Jesien. Rachel fue la persona que le habló a cerca de lo que para ella supuso el cambio de vida que necesitaba: el yoga.

El yoga mejora la flexibilidad, disminuye el estrés y la depresión, mejora el flujo sanguíneo y las funciones cardiovasculares y mejora el equilibrio y la postura general. Hay poses para casi cada dolencia e incluso tipos específicos de yoga para mejorar cualidades físicas concretas.

{keyword}
Stephen Yang

El problema de Anna es que tenía una movilidad muy reducida, pero, a pesar de todo, puso todo de su parte para poder realizar los ejercicios. Al principio, todas las posturas le resultaban muy dolorosas, pero Rachel subo conducirla a través de las diferentes fases de la terapia de yoga de manera efectiva para que Anna lograse realizar los ejercicios correctamente.

En tan solo un mes practicando yoga, Anna dejó de estar encorvada y su dolor casi había desaparecido y, cuatro meses después, fue capaz de sostenerse sobre su cabeza apoyando su espalda sobre la pared y manteniendo sus pies paralelos a su cara formando una V invertida. Increíble.

{keyword}
Stephen Yang
Enlace patrocinado

¡El cambio de Anna fue absolutamente extraordinario! Su postura y su calidad de vida mejoraban a pasos agigantados. Ahora puede moverse sin problemas, realizar sus tareas del hogar, ser independiente e incluso conducir.

Y lo más importante de todo, Anna ahora sí puede decir que es feliz. Después de haber pasado tanto dolor, al fin puede mantenerse de pie y disfrutar de la vida como lo hacía hace años.

{keyword}
Stephen Yang

Si tú también tienes un dolor crónico y estás buscando la manera de aliviarlo, considera la opción de apuntarte a clases de yoga. No solo mejorarás la postura y aliviarás tu dolor sino que aporta numerosos beneficios a tu estado anímico.

¡Comparte la motivadora historia de Anna con todos tus amigos!

Fuente: Tip hero
Enlace patrocinado
  • Compártelo en redes