En el 2008, durante una excavación en en Wisconsin, unos arqueólogos descubrieron una pequeña vasija cerámica que estaba enterrada. Podría parecer poco impresionante en un principio, pero resultó que este recipiente tenía más de 800 años de antigüedad.
¿Y dentro del ánfora? Algo que cambia nuestra manera de entender la extinción, la preservación, y la conservación… Descubrieron un puñado de semillas de 800 años.
Y podríamos pensar ¿Qué ocurriría si plantásemos estas semillas? Ya sabemos que los alimentos suelen tener una fecha de caducidad… Y después de tantos años no sería posible que estas semillas todavía pudiesen alojar vida en su interior. ¿O sí?
Después de pensarlo detenidamente, al final se decidieron por probar suerte y plantaron las semillas. Lo que ocurrió fue realmente sorprendente:
Este recipiente había permanecido enterrado durante más de 800 años.
Dentro, los arqueólogos encontraron un puñado de semillas. Determinaron que se trataba de una especie extinta de calabaza.
Después de 7 años del descubrimiento, los estudiantes en Winnipeg decidieron plantar las semillas, y esto fue lo que salió!
El calabacín fue bautizado como Gete-okosomin. Significa «Viejo y grande calabacín», y de hecho es enorme.
Ahora están trabajando para cultivar esta extraña especie y que no se vuelva a extinguir de nuevo.
Tienen un tamaño enorme, buen sabor y textura, por lo que se trata de un gran descubrimiento
Y aquí están los estudiantes felices con su primera cosecha
Si te ha gustado esta fascinante historia compártela con el mundo
Fuente: LittleThings